CIUDAD DEL VATICANO. Los reflectores del mundo apuntan al Vaticano para ver si volteará la página en la gestión de los abusos sexuales en el clero y si dentro de la Iglesia de verdad no hay lugar para quienes cometen este aberrante delito. La cumbre episcopal convocada por el papa Francisco, que iniciará el próximo jueves, es un reto contra un comportamiento secular basado en encubrimientos, complicidades y omisiones que han impedido sancionar debidamente a los autores de estos crímenes.
“Es hora de mirar a la cara al monstruo sin miedo, de que obispos de todo el mundo comprendan la responsabilidad que tienen y actúen en consecuencia”, afirmó el arzobispo de Chicago, el cardenal Blase J. Cupich, en la presentación en el Vaticano de la cumbre sobre la protección de los menores.
“Cubrir o intentar olvidar de prisa no nos ayuda. Hemos visto que cuando la sociedad, los medios de comunicación y la Iglesia se despiertan y llaman pan al pan y vino al vino, la ayuda es efectiva. Y aunque nos cause humillación, llegó el momento de la verdad”, afirmó a su vez el arzobispo de Malta, una de las figuras de mayor prestigio en la lucha contra los abusos. “Hay que romper todo código de silencio”, subrayó.
En síntesis, cada acusación debe ser investigada y nunca cubierta, quien sea culpable debe ser castigado, quien es un riesgo (como podría ser el caso de los candidatos con inclinaciones homosexuales), y si hay una ley que obligue denunciar el caso a las autoridades civiles, hay que hacerlo.
La cumbre abordará tres temas: la responsabilidad por parte de los obispos y su tarea como pastor de frente a las instituciones; la rendición de cuentas por parte de los prelados; y la transparencia de la comunicación dentro de la Iglesia y el respeto de los procedimientos internos ante las autoridades civiles, la opinión pública y los fieles en general. “Actualmente -dijo el sacerdote Hans Zollner, organizador de la cumbre- un obispo sólo rinde cuentas al Papa, por lo cual el pontífice debería ver a 5 mil 100 obispos todas las semanas. Es decir, debería ocuparse sólo de esto y eso es imposible".
Los resultados de la cumbre serán resumidos por Francisco el próximo domingo.
Hay grandes expectativas, pero como dijo monseñor Scicluna, “no es posible solucionar el problema en tres días”.
PROTESTAS EN EL VATICANO
“La tolerancia cero es una frase vacía, demagógica que no es aplicada por la Iglesia, con excepción de Chile, cuando el papa Francisco reaccionó al constatar que metió la pata protegiendo a un obispo encubridor (Juan Barros) durante su viaje a ese país en 2018”, afirmó el periodista peruano Pedro Salinas, quien encabezó una delegación de activistas y víctimas de abusos. “En cada país hay que crear comisiones de la verdad formadas no sólo por clérigos, sino también por laicos”. Los activistas protestaron afuera de la sala de prensa del Vaticano.
La tolerancia cero “es una frase hueca”, afirmó a su vez la mexicana Cristina Jara Salinas, de la asociación “Esperanza Viva” de Monterrey, que se ocupa de los niños víctimas de abusos sexuales.