En el último año las declaraciones falsas del presidente Donald Trump se han acelerado a un ritmo que casi triplicaron las de su primer año de gobierno, de acuerdo con The Washington Post.
Datos del Fact Checker del diario indican que Trump ha hecho 8 mil 158 declaraciones falsas o engañosas desde que asumió el cargo en enero de 2017, y sólo en 2018 dijo más de 6 mil falsedades.
El equipo verificador de hechos del WP detectó que la tasa de mentiras de Trump casi se triplicó entre el primer año y el segundo año de su presidencia. Hasta fines de 2017 Trump tenía algo más de 2 mil dichos falsos o engañosos.
Esto significa que el mandatario se volvió más propenso a distorsionar los hechos a medida que la realidad se confronta con su visión del mundo, y no titubea al llamar a sus colaboradores y seguidores a creer sólo lo que él dice.
“Crean en nosotros. No crean las noticias falsas”, dijo Trump a un grupo de veteranos en Kansas City el verano pasado. “Lo que estás viendo y lo que estás leyendo no es lo que está pasando”, añadió.
En total, el Washington Post contabilizó 5.9 afirmaciones dudosas por día del presidente durante su primer año de gobierno, mientras que el segundo año la cifra se disparó a 16.5 falsedades diarias.
Por temas, Trump realizó 900 declaraciones dudosas sobre política exterior, 854 sobre comercio, 790 sobre economía, 755 acerca de generación de empleos, mientras que en el área que el diario denomina misceláneos (prensa, la investigación sobre la injerencia rusa y supuestos enemigos) acumula 899 dichos dudosos o falsos.
La red social Twitter se ha convertido en la principal arma del mandatario para divulgar su versión distorsionada del mundo, e incluso su abogado personal el exalcalde de Nueva York Rudy Giuliani salió a defender a su jefe con una frase que resume el actual gobierno estadounidense: “La verdad no es la verdad”. En tanto, su asesora Kellyanne Conway también se ha referido a “hechos alternativos” para explicar cómo se interpreta la realidad desde la Casa Blanca.
VALORA "VERDAD" DE L. KING
Ayer, Donald Trump visitó por sorpresa el monumento al reverendo Martin Luther King Jr. para rendirle homenaje por su defensa de los derechos civiles.
La visita no figuraba en la agenda oficial del mandatario, en la que no aparecía ningún evento público para el Día de Martin Luther King Jr., festivo en EU.
En su visita, Trump y el vicepresidente, Mike Pence, se mantuvieron por un momento de pie frente a la estatua de granito de Luther King, muy cerca del Monumento a Lincoln.
Poco antes, en un solemne mensaje en Twitter, el presidente recordó el legado del activista: "Hoy celebramos al doctor Martin Luther King, Jr. por defender una verdad que es evidente y que los estadounidenses valoran mucho, que no importa el color de nuestra piel o el lugar de nuestro nacimiento, todos hemos sido creados iguales por Dios".
Trump durante su visita ignoró las preguntas de los periodistas sobre el cierre parcial administrativo, que ayer cumplió 31 días; y en Twitter se dedicó a arremeter contra los demócratas.