OŚWIĘCIM. Setenta y cinco años después de la liberación de Auschwitz, supervivientes del Holocausto se congregaron en este lugar del sur de Polonia para honrar a los más de 1.1 millones de víctimas, principalmente judíos, con una gran preocupación por el resurgimiento del antisemitismo.
Más de 200 supervivientes, procedentes de todo el mundo, acudieron al antiguo campo nazi de Auschwitz para compartir sus testimonios que, a la luz de la reciente ola de ataques antisemitas a ambos lados del Atlántico, vienen a ser una advertencia.
La ceremonia fue frente a la construcción de ladrillo rojo o "puerta de la muerte". Miembros de la realeza, presidentes y primeros ministros de unos 60 países, aunque no los líderes de las grandes potencias, se reunieron con los sobrevivientes en Auschwitz y al caer la noche, mostraron velas que titilaban en la oscuridad mientras caminaban por la vía férrea por donde llegaban los judíos provenientes de Europa hacia las cámaras de gas. Luego colocaron velas y ofrendas florales.
"Mucha gente, en muchos países, hicieron posible la existencia de Auschwitz",afirmó el presidente del Congreso judío mundial Ronald Lauder. "Prácticamente los otros países europeos ayudaron a los nazis a reunir a los ciudadanos judíos", agregó.
"Es vergonzoso que 75 años después los(sobrevivientes de Auschwitz) vean ahora a sus nietos enfrentados al mismo odio de nuevo... eso no debe ser tolerado", añadió Lauder, subrayando el auge de la retórica antisemita y la esporádica violencia mortal en Estados Unidos y Europa