En el país pionero del 'tercer género', no todo es color de rosa

En Nepal, un país pionero a la hora de reconocer los derechos LGTBQ+, activistas de los derechos humanos denuncian las trabas que las personas transgénero sufren para obtener el reconocimiento de su identidad

EFE

  · viernes 16 de febrero de 2024

Nepal registró oficialmente su primera unión homosexual el pasado noviembre, y una boda pionera entre dos mujeres la semana pasada / Pexels

La organización Human Rights Watch (HRW) lamentó este jueves las trabas que las personas transgénero sufren a la hora de obtener el reconocimiento de su identidad en Nepal, un país que sin embargo es pionero a la hora de reconocer el 'tercer género' y un baluarte de los derechos LGBTQ+, en el sur de Asia.

"A pesar de que hubo avances tempranos, como el reconocimiento pionero de una tercera categoría de género basada en la identificación, se han ganado elogios generalizados", dijo HRW en un informe presentado en la ciudad de Katmandú, porque "su aplicación sigue siendo fragmentaria e inadecuada".

El Tribunal Supremo del país del Himalaya reconoció este 'tercer género' en un histórico juicio de 2007, abriendo así las puertas a obtener documentos oficiales bajo dicha categoría y llevando al órgano constituyente a inscribir la protección de las minorías sexuales y de género en su Carta Magna.

En una suerte de efecto cascada, el máximo órgano judicial ha impulsado en los últimos años el reconocimiento de los matrimonios entre personas del mismo sexo.

Nepal registró oficialmente su primera unión homosexual el pasado noviembre, y una boda pionera entre dos mujeres la semana pasada.

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Pero estos avances quedan empañados por las trabas todavía existentes, y que en el caso de las personas trans afecta especialmente a su documentación oficial.

Según HRW, "no hay una opción legal en Nepal para cambiar el género a 'hombre' o 'mujer', e incluso el procedimiento para el tercer género es poco claro y ad hoc".

El resultado de la falta de legislación al respecto, y a pesar de que la máxima autoridad judicial del país asiático indicó que el proceso de determinación de género debería recaer sobre la propia persona, es que las personas trans quedan a merced de funcionarios locales.

"Algunas personas han sido capaces de obtener documentos en los que se lee 'tercer género' u 'otro', mientras que otras se han visto rechazadas por completo o les han dicho que deben estar operadas", dijo HRW, tras entrevistar a casi una veintena de transgéneros.

Los pocos que consiguieron cambiar sus documentos a 'hombre' o 'mujer' tuvieron que sufrir "invariablemente" una serie de exámenes médicos descritos por los entrevistados como invasivos y humillantes.

HRW constató una creciente medicalización en los procesos burocráticos, a falta de normas claras por parte del Gobierno nepalí, que permite a funcionarios exigir pruebas de operaciones de cambio de sexo o reportes físicos.

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Por ello, la organización pro derechos humanos llamó al Gobierno a oponerse a la introducción de cláusulas de "prueba médica" en los proyectos de ley y las políticas relacionadas.