MADRID. El presidente del gobierno español en funciones y candidato a la reelección, el socialista Pedro Sánchez, dio por rotas las negociaciones con la coalición izquierdista Unidas Podemos (UP), lo que llena de incertidumbre la investidura de la próxima semana en el Congreso.
Casi tres meses después de las elecciones del 28 de abril, en las que el Partido Socialista (PSOE) de Sánchez resultó ganador aunque sin mayoría en el Congreso, la formación de un gobierno sigue bloqueada por la complicada aritmética que dejaron los comicios, con el Congreso más dividido de los últimos cuarenta años.
El líder socialista, en una entrevista radiofónica, consideró que el dirigente de UP, Pablo Iglesias, rompió de manera "unilateral" las negociaciones que mantienen desde hace semanas cuando éste consideró una "idiotez" la propuesta de Sánchez para incluir en un futuro gobierno a personas de la órbita de Podemos pero manteniendo el rechazo a una coalición.
Además, Podemos lanzó el viernes una consulta a sus bases para tratar de determinar qué grado de apoyo hay a un pacto con los socialistas.
Sánchez dijo que esa consulta está "trucada", ya que la pregunta sobre la que deben pronunciarse los inscritos en UP no se refiere a la última oferta socialista.
Según el jefe del gobiernolo único que pretende Iglesias es justificar su voto negativo junto con "la extrema derecha" en la investidura de la próxima semana, igual que Podemos votó contra Sánchez en la investidura de marzo de 2016 y permitió que el conservador Mariano Rajoy siguiera como presidente del Ejecutivo.
Fuentes de Podemos señalaron su sorpresa por las declaraciones de Sánchez, defendieron la consulta a sus bases y aseguraron que las pláticas "no están rotas".
El PSOE ganó las elecciones de abril con 123 escaños en un Congreso de 350 diputados, por lo que Sánchez necesita tejer alianzas para continuar como presidente del gobierno, pero un eventual pacto con UP (42 diputados) tampoco le vale.
Desde los comicios, las discusiones entre Sánchez e Iglesias se han centrado en el intento del primero por configurar un Ejecutivo monocolor con apoyo de UP y otros pequeños partidos regionalistas o nacionalistas, mientras que Iglesias insiste en formar un gobierno de coalición.
Sánchez recalcó ayer el interés de Iglesias en conseguir ministerios en lugar de pactar primero un programa gobierno con medidas de izquierda.
El debate en el Congreso para confirmar a Sánchez como jefe del gobierno comenzará el lunes 22 de julio, y la primera votación será un día después. En caso de que el líder socialista no sea elegido por mayoría absoluta (176 síes), habría una segunda el día 25, en la que valdría una mayoría simple (más síes que noes).
Si persiste el bloqueo, España podría verse abocada a una repetición de las elecciones, lo que tal vez tendría lugar en noviembre. El país ya vivió esa situación después de los comicios de diciembre de 2015, en los que el conservador Partido Popular (PP) ganó, pero no consiguió mayoría suficiente para forjar un gobierno y tuvieron que repetirse en junio de 2016.