Hong Kong.- Más de un millar de abogados hongkoneses marcharon hoy por el corazón financiero de la ciudad para instar a las autoridades que se abstengan de poner en práctica "persecuciones políticas" y formen una comisión independiente para investigar el uso de la fuerza por parte de la Policía durante las protestas.
Vestidos de riguroso negro, los profesionales del Derecho salieron a las calles pese al abrasador sol del mediodía para marchar en silencio desde el Tribunal de Apelaciones Finales hasta la oficina del Departamento de Justicia en el distrito Central.
Es la segunda vez que el sector legal se pronuncia desde que una controvertida propuesta de ley de extradición del Gobierno local sumiera a Hong Kong en una crisis política sin precedentes.
Al igual que en su primera marcha en junio, los abogados defienden que esta ley, que el Gobierno local dejó en "suspensión", expondría a los extraditados a riesgos de sufrir torturas, intimidaciones, malos tratos y juicios injustos.
Además, acusan al Gobierno de la ciudad, dirigido por Carrie Lam, de ser "profundamente vergonzante y deshonesto" al asegurar a la población que con la ley serán los tribunales quienes tengan la última palabra en la extradición de un hongkonés a China, Taiwán o Macao.
Asimismo, los manifestantes exigieron hoy al Tribunal de Justicia que preserven su independencia, que pongan fin a los "enjuiciamientos políticos" y que establezcan una comisión independiente que investigue la presunta brutalidad policial contra los manifestantes.
A medida que la crisis ha ido profundizándose, diferentes sectores han expresado su preocupación sobre lo que consideran una aplicación selectiva de la ley por parte de la Policía y el enjuiciamiento político de los manifestantes por parte de las autoridades judiciales.
En los últimos dos meses, más de 500 personas, incluidos numerosos jóvenes, han sido arrestados, algunos de ellos acusados de revuelta, un delito castigado con hasta 10 años de prisión según las leyes hongkonesas.
Sin embargo, los abogados destacaron que aún no ha comenzado ningún juicio contra los supuestos componentes de las mafias que atacaron con barras de metal a los manifestantes el pasado 21 de julio.
En declaraciones a la multitud al final de la marcha, el abogado Kevin Yam Kin-fung, fundador del Grupo de Abogados Progresistas, dijo: "Todo lo que queremos es justicia. Todo lo que queremos es consistencia. No queremos ver a un montón de matones que se salgan con la suya mientras se procesa a los jóvenes y se les quita su futuro".
A modo de ejemplo: en la noche del martes, un estudiante universitario fue arrestado por la Policía por comprar diez punteros láser, provocando que cientos de residentes locales asediaran una comisaría al considerar que los agentes habían abusado de su poder.
Ho, abogada desde hace diez años, comentó a Efe que ha participado en la protesta por la "pura injusticia que estamos presenciando en este momento. Un estudiante puede ser arrestado por llevar unos punteros láser, ¿pero cómo es que no se ha procesado a ninguno de los que atacaron con barras metálicas?", inquirió
Mientras tanto, Zhang Xiaoming, uno de los más altos funcionarios chinos a cargo de los asuntos de Hong Kong, habló hoy en un seminario a puerta cerrada en Shenzhen donde, según medios locales, mencionó que Hong Kong se enfrenta a su "crisis más severa" desde que la administración de la ciudad pasó a manos de China.
La huelga del lunes que paralizó la ciudad fue el último capítulo de las manifestaciones que comenzaron a principios de junio en Hong Kong contra una controvertida propuesta de ley de extradición, que han derivado hacia demandas más amplias sobre los mecanismos democráticos de la ciudad.
A pesar de que la jefa del Gobierno local, Carrie Lam, dio por "muerto" el proyecto a principios de mes, los manifestantes no se dieron por satisfechos y han seguido inundando las calles de la ciudad durante los últimos nueve fines de semana.