NUEVA YORK. Facebook y otras redes sociales sabían que con las elecciones presidenciales de Estados Unidos, este sería un año difícil en términos de desinformación. Pero la pandemia de coronavirus ha abierto otro frente con consecuencias mortales.
Tanto fuera de Estados Unidos como de dentro, la amenaza que se cernía sobre los comicios de noviembre había sido identificada hace mucho tiempo y las plataformas parecían, en cierta medida, listas para enfrentarla.
Sin embargo, nada podía hacerles presagiar el diluvio de información errónea, teorías conspiratorias y falsas curas milagrosas que circularía en línea a medida que la pandemia de Covid-19 se extiende por el mundo.
"Siempre hay una disparidad entre lo que las personas piensan que es verdad y lo que están dispuestas a compartir", dijo a la AFP David Rand, especialista en el cerebro y las ciencias cognitivas del MIT.
En otras palabras: los usuarios de las redes sociales a menudo optan por destacar los contenidos con más posibilidades de recibir "me gusta", aunque no estén seguros de su nivel de precisión.
Por lo tanto, son clave los mensajes que los alientan a preguntarse sobre la veracidad de esos contenidos, cree Rand, coautor de un estudio publicado a principios de marzo sobre la desinformación en torno al nuevo coronavirus. Algo a lo que las plataformas pueden parecer reacias a implementar por miedo a "reducir la calidad de la experiencia del usuario".
Mientras los científicos trabajan sin descanso para encontrar vacunas y tratamientos, la información falsa puede tener consecuencias dramáticas.
En Irán, uno de los países más golpeados por la pandemia, más de 200 personas murieron intoxicadas con metanol después de que circularan rumores de que beber alcohol podría ayudar a curar o protegerse del nuevo coronavirus, según la agencia oficial Irna.
Cenizas volcánicas, lámparas UV o lejía, la lista de supuestos remedios peligrosos es cada vez más larga.
En España, la Policía Nacional advirtió sobre la aparición de un millón y medio de cuentas en redes sociales relacionadas con el Covid-19 que no pretenden otra cosa que difundir noticias falsas para manipular a la opinión pública.
Facebook anunció el 18 de marzo que los contenidos "autorizados" se mostrarían prioritariamente en los hilos de los usuarios: mensajes y videos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), así como de expertos y celebridades.
La red social mencionó también su compromiso de luchar contra la desinformación a través de un programa de verificadores externos ("fact-checkers"), que ya etiquetó como "falsos" cerca de 200 mitos y rumores sobre el coronavirus.
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