BEIRUT.- Camiones con ayuda humanitaria llegaron este lunes a la región siria de Guta Oriental por vez primera desde el comienzo de una de las ofensivas más letales de la guerra, pero el gobierno retiró algunos suministros médicos del convoy y continuó con su asalto por aire y tierra.
El Ejército sirio, que cuenta con el apoyo de Rusia, ha capturado más de un tercio de Guta Oriental en los últimos días, amenazando con partir en dos la última gran zona bajo control rebelde cerca de la capital, pese a las acusaciones occidentales de violación de un alto el fuego.
Naciones Unidas afirma que hay 400 mil personas atrapadas dentro del enclave sitiado, y que ya se estaba quedando sin alimentos ni suministros médicos antes del comienzo del ataque con intensos bombardeos aéreos dos semanas atrás.
Un alto funcionario de la ONU que acompaña al convoy aseguró no estar "feliz" de escuchar fuertes bombardeos cerca del punto de entrada a Guta Oriental, pese al acuerdo para que la ayuda pueda ser entregada con seguridad.
"Necesitamos tener garantías de que podremos entregar la asistencia humanitaria bajo buenas condiciones", comentó Ali al-Za'tari a Reuters en el punto de acceso.
Un funcionario de la Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo que el gobierno ordenó la retirada del 70 por ciento de los suministros médicos del convoy, impidiendo la llegada a la zona de implementos para trauma, cirugías y otros materiales vitales. El Comité Internacional de la Cruz Roja confirmó que parte del equipo médico fue bloqueado, pero no dio detalles.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Reino Unido, indicó que los ataques afectaron a todas las líneas del frente cerca de la localidad de Harasta y de las aldeas de Beit Sawa y Hosh al-Ashari.
El presidente sirio, Bashar al-Assad, afirmó el domingo que continuará la ofensiva militar en Guta Oriental, una zona densamente poblada de granjas y aldeas a las afueras de Damasco que está rodeada por las fuerzas gubernamentales desde 2013.