Las llamadas "terapias de conversión" serán ilegales en Canadá en las próximas horas después de que el Senado del país aprobara por unanimidad en la noche del martes un proyecto de ley para ilegalizar estas prácticas.
Tras la aprobación del Senado, la ley entrará en vigor una vez sea promulgada por la gobernadora general de Canadá, Mary Simon, que ejerce las funciones de jefa de Estado en representación de la reina Isabel de Inglaterra.
El proyecto de ley ya fue aprobado el pasado 1 de diciembre por la Cámara de los Comunes del Parlamento canadiense. Tanto los Comunes como el Senado votaron en favor del proyecto de ley de forma acelerada después de que el Partido Conservador (PC), el principal grupo de la oposición, decidiera apoyar el texto legislativo.
El proyecto de ley prohíbe la aplicación de las "terapias de conversión" tanto a menores como adultos y penaliza con hasta cinco años de prisión a aquellas personas que faciliten la práctica.
Las "terapias de conversión" son prácticas que intentan modificar la orientación sexual de personas homosexuales. Su popularidad se ha extendido en los últimos años en grupos conservadores y religiosos, especialmente en Estados Unidos.
El texto de la ley canadiense también penaliza con hasta dos años de cárcel la promoción, la publicidad y las actividades comerciales relacionadas con estas prácticas.
Es la tercera vez que el Gobierno canadiense intenta aprobar en el Parlamento la prohibición de las "terapias de conversión".
El anterior proyecto de ley fue aprobado por la Cámara de los Comunes en la anterior legislatura pero no por el Senado.
La convocatoria de elecciones anticipadas, que se celebraron el pasado 20 de septiembre antes de su aprobación, forzó al Gobierno del primer ministro canadiense, Justin Trudeau, a introducir de nuevo el proyecto de ley una vez se reanudaron las sesiones de la nueva legislatura del Parlamento.
Después de la votación en el Senado en la noche del martes, Trudeau señaló en Twitter que el proyecto para ilegalizar las "terapias de conversión" está más cerca de ser ley y añadió su deseo de "construir un país donde todo el mundo es libre para ser quién es y amar a quien ama".
REINO UNIDO Y FRANCIA TAMBIÉN
A finales de octubre pasado, el gobierno británico también anunció que contemplaba crear una infracción penal para luchar contra las terapias de conversión, que pretenden cambiar la orientación sexual o la identidad de género de una persona.
Este proyecto será desvelado este viernes y prevé castigar con penas de prisión de hasta cinco años este tipo de prácticas.
Según informó la agencia AFP, el castigo se aplicaría a aquellos que apliquen estas terapias en cualquier circunstancia en menores de edad y también en adultos que no aceptaron participar en ellas con pleno consentimiento y conocimiento de sus posibles efectos.
De acuerdo con la oficina gubernamental sobre la igualdad, que impulsa el proyecto, los criterios sobre la cuestión del consentimiento serán "sólidos y rigurosos".
También se respetará, según este organismo, "la libertad de un adulto de someterse a este tipo de prácticas", añadió la agencia informativa.
El ejecutivo impulsará una consulta pública de seis semanas hasta el 9 de diciembre y luego preparará un proyecto de ley, cuya aprobación está prevista para la próxima primavera boreal.
"No debería tener lugar en nuestra sociedad la práctica odiosa de la terapia de conversión coercitiva", declaró la ministra de Igualdad británica, Liz Truss, que denunció "una práctica arcaica incompatible con la vida moderna".
También en octubre, los diputados franceses aprobaron por unanimidad una propuesta de ley que reafirma la prohibición de las "terapias de conversión" que buscan modificar la orientación sexual de personas lesbianas, gays, bisexuales y trans (LGBT).
Abordado en primer debate bajo un procedimiento acelerado, el texto propone castigar las pseudoterapias con dos años de prisión y diversos tipos de multas.
Esas "terapias" que buscan "curar" a los homosexuales son poco conocidas en Francia y difícilmente cuantificables.
Este proyecto de ley permitiría "salvar vidas", dijo la ministra interina de la Igualdad, Elisabeth Moreno.
"No hay nada que curar. Ser uno mismo no es un crimen, no se debe buscar cambiar la identidad de género o la orientación sexual de las personas", agregó.
En redes sociales, el apoyo se multiplicó bajo el hashtag RienAGuerir (nada que curar), nombre de un colectivo de víctimas lanzado en 2020.
* Con información de EFE y AFP.
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