WASHINGTON. Los consejeros económicos del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, defendieron la posibilidad de reactivar el país con seguridad pese a que la pandemia sigue activa y se han detectado varios casos de coronavirus en la Casa Blanca.
En los últimos días, dos empleados del "ala oeste", donde se encuentra la Oficina Oval -un militar al servicio del presidente y la portavoz del vicepresidente Mike Pence- dieron positivo al coronavirus, a pesar de las estrictas precauciones sanitarias tomadas allí.
Además, tres miembros de primera línea de la unidad de crisis de la presidencia estadounidense encargada de coordinar la lucha contra el Covid-19 entraron en cuarentena preventiva por su posible exposición al virus.
Entre ellos está el epidemiólogo Anthony Fauci, quien aconseja a Trump; el director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), Robert Redfield, y Stephen Hahn, jefe de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA).
De acuerdo a un funcionario, citado por las cadenas NBC y CNN, Pence ha puesto "algo de distancia" con otros empleados de la Casa Blanca este fin de semana, pero "no hay restricción" en ninguna de sus actividades.
El asunto fue dominante en las transmisiones noticiosas en las televisoras estadounidenses. Si en esas condiciones la presidencia no ha quedado exenta, ¿cómo puede un estadounidense común retomar el trabajo sin temor a resultar contaminado?
Los responsables económicos del gobierno de Trump desfilaron ayer por las grandes cadenas de televisión con un mismo mensaje: existen protocolos para minimizar el riesgo de volver al trabajo y es necesario hacerlo cuanto antes para paliar los estragos del parón económico.
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