El Gobierno de Estados Unidos ha empezado a liberar a cientos de migrantes indocumentados que, según miembros del Congreso y grupos activistas corren peligro de contagio del coronavirus, indicaron este miércoles medios locales.
El subdirector interino de Seguridad Nacional (DHS), Ken Cuccinelli, dijo el martes que las autoridades habían identificado a 693 migrantes detenidos y que podrían ser liberados debido a que son más vulnerables al coronavirus.
"Como una respuesta especial a esta crisis en particular" el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE, en inglés) ha instruido a sus agentes que evalúen la condición de ciertos detenidos "que se consideran en riesgo mayor de exposición" al virus, añadió el funcionario.
Cucinelli, quien no especificó el período en que estas liberaciones han ocurrido, dijo que la primera tanda de unas 160 personas incluyó a mayores de 60 años de edad y mujeres embarazadas.
La Administración Trump mantiene casi 30 mil personas en los centros de detención de inmigrantes en todo el país. En su gran mayoría estas personas no están acusadas ni han sido condenadas por delitos, y podrían salir bajo libertad supervisada hasta que les llegue la fecha de una audiencia en los tribunales de migración.
ICE, que no respondió a consultas sobre este informe, ha indicado que hay por lo menos 91 inmigrantes indocumentados recluidos en centros de detención que han dado positivo por Covid-19, número que se ha duplicado en la última semana.
Según la plataforma Gothamist, de Nueva York, al menos 245 personas, o el 20 % de los detenidos en las cárceles de los condados Hudson, Essex y Bergen, en Nueva Jersey, fueron liberados en el último mes.
Por su parte, la plataforma Documented indicó que en esos centros de detención se había registrado alrededor de un tercio de los casos de COVID-19 documentados entre migrantes detenidos.
Muchos de los migrantes liberados de esas tres cárceles de condado quedan bajo supervisión con un grillete electrónico u otros métodos de control, y pasan a residir con familiares u otras personas a la espera de sus audiencias en los tribunales de inmigración.
El martes, una agrupación de cientos de pastores y ministros evangélicos de Estados Unidos se sumó a grupos de defensa legal que han pedido al Gobierno de Trump que deje en libertad a miles de indocumentados recluidos en centros de detención a la espera de sus audiencias de inmigración.
El Caucus Hispano en el Congreso ha formulado repetidos llamados para que el Gobierno deje en libertad a tantos migrantes como sea posible, aliviando el confinamiento de los centros de detención y los riesgos de contagio para los que permanezcan recluidos y el personal de las prisiones.
La semana pasada la jueza federal Maxine Chesney, en San Francisco, ordenó la liberación de cuatro inmigrantes detenidos en un par de instalaciones de ICE en respuesta a los reclamos de abogados que describieron como riesgosa la situación para los recluidos, expuestos al coronavirus.