El gobierno de Estados Unidos está asistiendo a Honduras y El Salvador para recibir a los casi 350 mil connacionales que fueron beneficiarios del estatus de protección temporal y que deberán dejar el territorio estadounidense entre 2019 y 2020, de acuerdo con un reporte de la Oficina de Responsabilidad Gubernamental (GAO, por sus siglas en inglés) del Congreso estadounidense.
El reporte titulado “USAID asiste a los migrantes a retornar a sus países de origen, pero la efectividad de los esfuerzos de reintegración aún no se ha determinado” destaca que el próximo 9 de septiembre, el gobierno de Estados Unidos eliminará el estatus de protección temporal a 262 mil 500 salvadoreños, y el 5 de enero de 2020 a 86 mil hondureños que deberán regresar a sus países de origen.
En preparación a ello, el gobierno de Estados Unidos a través de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés), ha realizado talleres con los gobiernos de la región para analizar los datos disponibles, evaluar los actuales esfuerzos para prevenir la migración e identificar las mejores prácticas de repatriación en México, Ecuador, Perú y Colombia.
La GAO entregó un informe que menciona que de 2015 a 2017 las tasas de homicidio en los vecindarios beneficiarios de los programas de USAID en El Salvador cayeron 66 por ciento y en Honduras 54 por ciento.
La agencia agregó que en El Salvador ha ayudado a crear 26 mil 500 empleos y ha ayudado a pequeños agricultores a incrementar sus ventas por 147 millones de dólares, mientras que las aprehensiones de migrantes salvadoreños en la frontera de Estados Unidos bajaron 39 por ciento en el año fiscal 2018.
En Guatemala, explicó, ha apoyado la creación de 78 mil empleos y las inversiones de la agencia en agricultura han sacado de la extrema pobreza a cerca de 90 mil personas desde 2011.
Desde 2014, USAID ha proporcionado 27 millones de dólares a la Organización Internacional para las Migraciones para la asistencia de repatriados a Honduras, El Salvador y Guatemala.
El reporte de la GAO indica que desde 2015 los gobiernos hondureño, guatemalteco y salvadoreño han recolectado y digitalizado información de los migrantes que han retornado y cuyo análisis ha permitido determinar cinco causas de migración hacia Estados Unidos.
Tales causas son: la situación económica y falta de oportunidades; violencia relacionada con pandillas e inseguridad; altas tasas de pobreza y bajas condiciones de vida; el deseo de reunificación familiar; así como la falsa percepción de la política de migración del gobierno estadounidense, difundida por traficantes, que les prometen la ciudadanía o permanencia.