WASHINGTON. Estados Unidos presentó una demanda contra Edward Snowden, que en 2013 filtró documentos secretos sobre la masiva vigilancia telefónica y de internet estadounidense, al decir que su nuevo libro viola acuerdos de confidencialidad.
El Departamento de Justicia dijo que Snowden publicó su libro de memorias sin enviarlo a las agencias de inteligencia para su revisión y agregó que los discursos de Snowden también violaron acuerdos de confidencialidad.
Estados Unidos está exigiendo todas las ganancias obtenidas por Snowden por el libro, agregó. La demanda también apunta a las “entidades corporativas” detrás de la publicación de las memorias como demandados.
Aunque Snowden es considerado un héroe por muchos, las autoridades de EU quieren someterlo a un juicio penal por revelar información clasificada. Sus memorias, sin embargo, difícilmente convencerán a nadie de cambiarse de bando.
“CAPITALISMO DE VIGILANCIA”
“Me llamo Edward Joseph Snowden. An- tes trabajaba para el gobierno, pero ahora trabajo para el pueblo. Tardé casi treinta años en reconocer que había una diferencia, y cuando lo hice, me metí en algún que otro problemilla”.
Así comienza “Permanent Record” (”Vigilancia Permanente”), un autorretrato del extécnico de la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense (NSA) que ayer salió a la venta en 23 países, entre ellos EU en el pequeño sello Metropolitan; y en España, México, Colombia, Argentina, Brasil y Perú de la mano de Planeta Parte del libro de Snowden es una car- ta de amor a los inicios de internet, un medio que le fascinaba pero que, afirma, acabó corrompiéndose por lo que define como el “capitalismo de vigilancia”: los intentos del gobierno y las empresas de “monetizar” la “conexión humana”.
DERECHO A LA PRIVACIDAD
Esa deriva erosionó lo que Snowden considera un “derecho humano fundamental”, la privacidad, que sigue tan amenazada ahora como cuando destapó los secretos de la NSA hace seis años: “Ese declive no ha hecho más que continuar, mientras las democracias han retrocedido hacia un populismo autoritario”, lamenta.
Desde lo que considera un “exilio” forzado en Rusia, Snowden ha asistido a una serie de cambios en los programas de vigilancia estadounidenses, pero los considera insuficientes ante el creciente poder sobre los individuos de un régimen virtual dominado por EU y el “triunvirato imperial” que forman Google, Facebook y Amazon.
“Ahora mismo, seas quien seas, estés donde estés, en términos corpóreos y físicos, te encuentras por todas partes, estás en circulación (...). Nuestros datos deambulan a lo largo y a lo ancho”, alerta.
“Si no actuamos ya para reclamar nuestros datos, nuestros hijos quizá no tengan la capacidad de hacerlo”, advierte.