El fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, nombró un fiscal especial para investigar el manejo de documentos gubernamentales confidenciales por parte del presidente Joe Biden, una pesquisa que podría ensombrecer la esperada candidatura del demócrata a la reelección en 2024.
El máximo procurador hizo el anuncio horas después de que un abogado de la Casa Blanca reveló que el equipo legal de Biden había encontrado un segundo conjunto de papeles clasificados de su época como vicepresidente en una bodega de su casa de Delaware.
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La Casa Blanca había revelado el lunes que en noviembre se descubrieron documentos clasificados de su época de vicepresidente en un centro de estudios de Washington. Ese lugar “no estaba autorizado para el almacenamiento de documentos clasificados”, dijo ayer Garland. Otro documento, de una sola página, fue encontrado en una habitación adyacente. No se descubrió nada en la casa de la playa de Biden.
Los fiscales especiales se nombran a veces para investigar casos políticamente delicados y desempeñan sus responsabilidades con un cierto grado de independencia de la dirección del Departamento de Justicia, incluido Garland, que fue nombrado por Biden. A veces, pero no siempre, presentan cargos penales.
Garland nombró en noviembre a un fiscal especial, Jack Smith, para supervisar las investigaciones del Departamento de Justicia relacionadas con Donald Trump, incluido el manejo de documentos clasificados por parte del expresidente republicano y los esfuerzos por anular las elecciones de 2020.
Trump, derrotado por Biden en 2020, anunció en noviembre su candidatura a la presidencia en 2024. Se espera que Biden, de 80 años, lance formalmente una campaña de reelección en los próximos meses. Las revelaciones sobre los documentos ya le han causado preocupación.
Las revelaciones ponen en aprietos a la Casa Blanca en un momento en el que las autoridades investigan la supuesta mala gestión de documentos clasificados por parte de Trump. La policía federal registró en agosto el club privado de Mar-a-Lago, Florida, donde vive el multimillonario desde que se fue de la Casa Blanca. El FBI se incautó entonces de miles de documentos, incluidos cien clasificados como secretos.
Los republicanos reaccionaron ayer pidiendo que se investigue a Biden. “El Congreso debe investigar este caso”, exigió el líder republicano Kevin McCarthy, quien denunció “un nuevo paso en falso de la administración Biden”. Los documentos clasificados fueron “desplazados por inadvertencia”, aseguró ayer el abogado de la Casa Blanca. “Confiamos en que una revisión exhaustiva mostrará que estos documentos se desplazaron por inadvertencia, y el presidente y sus abogados actuaron rápidamente al descubrir este error”, afirmó Richard Sauber en un comunicado.
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Robert Hur, un jurista de perfil conservador con una dilatada carrera, fue el elegido para investigar los documentos. Hur, que hasta ahora ejercía en una firma privada de abogados en Washington, fue nominado en 2017 por Trump como fiscal en Maryland y estuvo en ese puesto entre 2018 hasta su dimisión en 2021. Hur también trabajó como asistente especial para Christopher Wray cuando este estuvo al frente de la división penal del Departamento de Justicia, antes de convertirse en director del FBI.
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