El gobierno de Donald Trump planeaba una redada masiva contra familias migrantes indocumentadas en diez de las principales ciudades de Estados Unidos a principios de este año, pero la exsecretaria de Seguridad Nacional Kirstjen Nielsen y el exdirector del ICE Ronald Vitiello rechazaron la idea como poco práctica, por lo que el presidente realizó la purga en esos departamentos que culminaron con el despido de ambos, informó The Washington Post (WP).
De acuedo con funcionarios actuales y anteriores del Departamento de Seguridad Interior (DHS), la Casa blanca quería mostrar a los migrantes que su presencia en Estados Unidos seguía sin ser deseada tras la cancelación de la política de separación familiar debido a la presión pública.
La operación incluía la aceleración de los casos judiciales de inmigración, lo que permitió al gobierno obtener órdenes de deportación contra aquellos que no se presentaron a sus audiencias; aproximadamente el 90%, indica el WP. Los arrestos posteriores hubieran requerido redadas coordinadas contra padres con hijos en sus hogares y vecindarios.
Sin embargo, Nielsen y Vitello, encargado en ese entonces del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), detuvieron el plan preocupados porque podría desviar recursos necesarios para la frontera, porque no habría suficiente espacio en los centros de detención y porque se podría desatar una nueva ola de indignación por el trato a las familias.
Según el Post, Stephen Miller, consejero político de Trump, fue uno de los principales defensores del plan, junto con el subdirector de ICE, Matthew Albence. Los dos estaban "ansiosos por ejecutar arrestos masivos dramáticos y altamente visibles que, según ellos, ayudarían a disuadir la creciente afluencia de familias",
Las redadas estaban dirigidas a muchas de las llamadas "ciudades santuario" que las principales receptoras de inmigrantes indocumentados que se unen a miembros de sus familias en EU.
"Los arrestos se planearon en Nueva York, Chicago, Los Ángeles y los otros destinos para los migrantes de América Central", dijeron las autoridades.
El ICE tenía el objetivo inicial de arrestar a 2 mil 500 adultos y niños, pero el plan, que sigue siendo considerado, fue visto como un primer paso para la detención de hasta 10 mil migrantes.