El jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Mike Pompeo, dijo que pospuso un informe sobre si China respeta la autonomía de Hong Kong, como lo exige una nueva ley estadounidense que enfureció a Pekín.
Pompeo, que no anunció una nueva fecha para el reporte, explicó que la demora permitirá evaluar el trato de Pekín a los disidentes en la excolonia británica antes de la reunión anual del parlamento chino, pospuesta del 5 de marzo al 22 de mayo por la pandemia del nuevo coronavirus.
"Retrasamos nuestro informe al Congreso que evaluará la autonomía de Hong Kong, para permitirnos dar cuenta de cualquier acción adicional que Pekín pueda estar contemplando en el período previo a la Asamblea Nacional Popular que socavaría aún más la autonomía de Hong Kong", dijo Pompeo a periodistas.
Una ley estadounidense requiere que a fines de mayo el Departamento de Estado revise si China respeta la autonomía de Hong Kong, una excolonia británica devuelta a Pekín en 1997, y si este centro financiero aún merece privilegios comerciales preferenciales con Estados Unidos.
La norma contó con el apoyo abrumador del Congreso y Trump la firmó a regañadientes en noviembre después de escuchar las acusaciones de China de que Estados Unidos estaba interfiriendo en sus asuntos internos.
Legisladores de todo el espectro político han instado a la administración Trump a avanzar y proporcionar una evaluación "precisa" de la situación en Hong Kong, que fue sacudida por meses de manifestaciones prodemocráticas el año pasado.
"Es fundamental que Estados Unidos use las herramientas disponibles en virtud de la Ley de Derechos Humanos y Democracia de Hong Kong", dijo una carta reciente a Pompeo de legisladores, entre ellos el senador republicano Marco Rubio, un aliado de Trump, y el congresista demócrata Eliot Engel, que preside el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara Baja.
El informe debería "dejar en claro a Pekín que violar sus compromisos internacionales y sus compromisos con el pueblo de Hong Kong tendrá consecuencias", escribieron.
China advirtió el miércoles a Hong Kong que no toleraría nuevas protestas en el territorio semiautónomo, sacudido por meses de manifestaciones prodemocráticas el año pasado. Aunque los grandes actos se suspendieron en medio de la pandemia, pequeñas manifestaciones surgieron en las últimas semanas al disminuir los temores de contagio.
Trump había dudado si promulgar la ley de Hong Kong en un momento en que buscaba sellar un acuerdo con China en el marco de su guerra comercial.
Desde entonces, las relaciones entre Washington y Pekín se han deteriorado. Pompeo culpa a China por la pandemia que ha matado a más de 250.000 personas en todo el mundo, más de una cuarta parte en Estados Unidos.