WASHINGTON. Estados Unidos, la Unión Europea y Canadá están dispuestos a "revisar las políticas de sanciones" contra Venezuela si el gobierno de Nicolás Maduro "hace avances significativos en las negociaciones" con la oposición previstas en México, indicó este sábado el Departamento de Estado estadounidense.
En un comunicado conjunto, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken; el alto representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell; y el ministro de Asuntos Exteriores de Canadá, Marc Garneau; dieron la bienvenida a las negociaciones iniciadas este viernes en la capital de México.
"Urgimos a todas las partes a implicarse (en el diálogo) de buena fe para alcanzar acuerdos duraderos que conduzcan a una solución exhaustiva a la crisis venezolana", indicaron los tres diplomáticos en el comunicado.
Confiaron en que el proceso permita "restaurar las instituciones democráticas del país" y conseguir que "todos los venezolanos puedan expresarse políticamente mediante elecciones libres y justas" a nivel "local, parlamentario y presidencial".
Además, reiteraron su "voluntad de revisar" sus respectivas "políticas de sanciones" a Venezuela "si el régimen (del presidente venezolano, Nicolás Maduro) hace avances significativos en las conversaciones anunciadas".
Sin embargo el canciller de Venezuela, Jorge Arreaza, pidió al alto representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Josep Borrell, no enviar "mensajes de "extorsión" y respetar el diálogo entre el Gobierno venezolano y la oposición.
Arreaza hizo esta petición al responder a un tuit de Borrell en el que cita parte del comunicado conjunto.
Borrell, Blinken y Garneau ya habían anunciado, en otro comunicado conjunto el pasado junio, esa posibilidad de iniciar un levantamiento de sanciones a Caracas en caso de que se produjera "un avance significativo en una negociación global" que reparara "las instituciones del país" y permitiera elecciones libres.
Los tres diplomáticos insistieron en pedir la "liberación incondicional de todos aquellos detenidos injustamente por razones políticas", además de exigir "la independencia de los partidos políticos, la libertad de expresión, incluida la de los miembros de la prensa, y el final de los abusos de los derechos humanos, y elecciones libres y justas".