TEGUCIGALPA. La promesa de una de las principales candidatas presidenciales hondureñas de abrazar a China y restar importancia a los lazos con Taiwán si gana las elecciones del domingo provocó un nuevo choque diplomático entre Pekín y Washington, ya que ambos buscan ejercer su influencia en ese país.
Honduras forma parte de un club cada vez más reducido de naciones en Centroamérica y el Caribe que mantienen relaciones con Taiwán, que es respaldado por Estados Unidos, pero que China ve como una provincia rebelde.
La aspirante de izquierda a la presidencia hondureña Xiomara Castro, quien ha buscado consolidar a la oposición contra doce años de gobiernos conservadores, afirmó en su programa electoral que “por supuesto” buscará establecer lazos formales con Pekín si gana.
Sin embargo, poco después de una inusual visita a Honduras esta semana del subsecretario de Estado de Estados Unidos para Asuntos el Hemisferio Occidental, Brian Nichols, el asistente de Castro que escribió el plan de campaña señaló que no se ha tomado una decisión final.
El principal oponente de Castro, el alcalde de Tegucigalpa, Nasry Asfura, no ha expresado su postura, pero muchos esperan que continúe con la política existente.
Asfura se situó 17 puntos porcentuales por debajo de Castro en una encuesta publicada el mes pasado, aunque analistas esperan un resultado más ajustado.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de China acusó a Estados Unidos de “torcer el brazo” a Honduras antes de la votación de este fin de semana.
“Hay una competencia en curso en América por la influencia”, dijo Dan Restrepo, exasesor de seguridad nacional para América Latina durante el mandato del expresidente Barack Obama.
“Los chinos son mucho más activos de lo que han sido y la cuestión del reconocimiento es muy importante para ellos”, afirmó, y agregó que el posible cambio de política de Honduras para reconocer a China sería un “gran cambio”.
Taiwán asegura que respetará el resultado de las elecciones, pero ha advertido a la nación centroamericana que debe desconfiar de las promesas “ostentosas y falsas” de China.
En un intento de aislar internacionalmente a la isla de gobierno autónomo, China se ha ganado recientemente a varios de sus aliados históricos latinoamericanos como la República Dominicana y, más recientemente, El Salvador, con la condición de que rompan los lazos con Taiwán.
Un funcionario de alto rango del Departamento de Estado estadounindense, que pidió mantener el anonimato para hablar con franqueza, reveló que al gobierno del presidente Joe Biden le gustaría que continúen los lazos entre Honduras y Taiwán, un mensaje también enfatizado por la delegación encabezada por Nichols esta semana.
Un cambio podría significar más inversión china para Honduras, el tercer país más pobre de América.