CIUDAD DEL VATICANO. La del monseñor Carlo Alberto Capella fue una admisión plena de culpabilidad. En el aula del tribunal del Vaticano, el exdiplomático del Estado pontificio afrontó la primera audiencia del proceso en su contra, acusado de posesión de material pornográfico infantil, acumulado durante su permanencia en la nunciatura de Washington, dos meses y medio después de su arresto por parte de la gendarmería de la Santa Sede.
Las autoridades civiles de Washington lo perseguían por ese delito (había intercambiado centenares de fotos en chat). Fue así que el Vaticano lo convocó en Roma con urgencia, evitando así su arresto por parte de la policía de la capital estadounidense. Después de una rápida investigación, el monseñor fue arrestado por los gendarmes del Papa el pasado 8 de abril y encerrado en una celda de la ciudad del Vaticano.
Ayer se celebró la primera audiencia, durante la cual Capella, de 51 años, reconoció su culpabilidad, dictada –afirmó- por “actos impulsivos de impropias consultas de Internet”.