Una carta bomba estalló el jueves sin causar víctimas en la sede del banco ING en Amsterdam, tras dos explosiones similares en otras dos empresas, en un intento de extorsión, según la policía.
El artefacto en el ING fue hallado un día después de que otras dos cartas bombas explotaron -también sin dejar víctimas- en los locales de dos empresas, ABN AMRO Bank y la empresa japonesa Ricoh.
El remitente de estas cartas exigía una cantidad en la moneda virtual bitcoins, y amenazaba con enviar más cartas bomba si no se hacía el pago, según la policía.
El jueves temprano se halló otra carta bomba en una empresa de software estadounidense, Unisys, en Leusden (centro), pero fue desactivada por expertos en artefactos explosivos del Ministerio de Defensa (EOD).
La policía dijo creer "firmemente" que las explosiones están vinculadas a una serie de cartas bomba enviadas a otras empresas, hoteles y estaciones de servicio en diciembre y enero, para extorsionar.