La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, instó este miércoles a los países avanzados a "dejar de lado los controles a las exportaciones" y asegurar que las "vacunas excedentes lleguen a los países pobres" para dejar atrás lo antes posible la crisis por la pandemia.
"Hay que aumentar la producción y distribución de las vacunas y dejar de lado los controles a las exportaciones. También significa financiar completamente la herramienta COVAX (para la distribución equitativa de vacunas) y asegurar que las vacunas sobrantes son transferidas a los países pobres", afirmó Georgieva en la rueda de prensa de arranque de la asamblea de primavera del Fondo.
Georgieva destacó que "la política de vacunación es política económica" a la vez que expresó la "urgencia" para que "las vacunas lleguen a todos en todos los sitios".
Si en Estados Unidos se prevé que el 90 % de la población esté vacunada para el verano, y en Europa ocurra lo mismo para otoño, en regiones como América Latina se deberá esperar a 2022 para alcanzar un grado de protección similar contra el coronavirus al ritmo actual de inoculación.
Según los cálculos del Fondo, un progreso más rápido a la hora de poner fin a la crisis podría añadir 9 billones de dólares al PIB mundial de ahora a 2025.
Georgieva advirtió que "las fortunas económicas a nivel global están divergiendo peligrosamente".
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"Un pequeño número de países, liderados por EU y China, están acelerando mientras que los países más pobres se están quedado atrás en esta recuperación de varias velocidades", subrayó la directora del organismo.
El FMI presentó el informe en el marco de la asamblea de primavera que celebra virtualmente de manera conjunta con el Banco Mundial, y donde elevó las previsiones de crecimiento económico global al 6 %, frente al 5,5 % anticipado tres meses atrás aupado precisamente por el repunte de las dos grandes economías mundiales.