DAVOS. El Foro Económico Mundial de Davos terminó con advertencias sobre la economía, la guerra y el hambre que dibujan un panorama sombrío para el mundo en los próximos meses.
La perspectiva de que la guerra en Ucrania se prologue, el riesgo de que su producción de cereales se pudra por el bloqueo de sus exportaciones en el mar Negro y el rápido agravamiento de la crisis alimentaria que esto ocasiona han motivado que el Foro de Davos termine con el mismo sentimiento de incertidumbre con el que empezó.
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Los líderes políticos -particularmente europeos- que asistieron a este encuentro anual abordaron estas cuestiones con los responsables de instituciones internacionales, con empresarios, economistas y expertos buscando respuestas a un conjunto de crisis sin precedentes que hacen imposible la esperada recuperación económica tras la pandemia.
La directora gerenta del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, dijo que no prevé una recesión en las grandes economías, pero admitió que no podía descartar que esto ocurra, mientras la inflación se dispara en gran parte del mundo, arrastrada por el aumento de los precios de los combustibles y de alimentos básicos provocado por la invasión.
El director ejecutivo de Yara International (un grupo que produce fertilizantes), Svein Tore Holsether, afirmó que 276 millones de personas sufren inseguridad alimentaria en fase grave y aguda, el doble que hace tan solo dos años, aunque recordó que también han influido en esto las olas de calor en la India, Pakistán y EU.
La guerra en Ucrania fue sin ninguna duda el tema central de esta edición del Foro de Davos, estimulado por una importante delegación ucraniana que incluía al alcalde de Kiev, a la defensora del pueblo de Ucrania y a varias parlamentarias, quienes participaron en numerosos eventos para defender su causa.
Los líderes europeos fueron unánimes en la necesidad de reforzar todavía más su posición ante Rusia, fortaleciendo su propia defensa, profundizando las sanciones, apoyando a Ucrania con armas y diplomacia y desligándose por completo del gas y petróleo rusos.
"No podemos permitir que Putin gane la guerra y creo que no lo hará. Hasta ahora no ha logrado ninguno de sus objetivos estratégicos, y uno de ellos, el de ocupar toda Ucrania, está más lejos que nunca", dijo hoy el canciller alemán, Olaf Scholz, el último dirigente político en intervenir en este Foro de Davos.