Francia: elección de purgas, traiciones y resurrecciones

Carlos Siula / Corresponsal

  · domingo 5 de marzo de 2017

François Fillon, envuelto en un escándalo de corrupción.

El futuro presidente de Francia no surgirá de las urnas, sinoque será el resultado de un concurso de circunstancias sinprecedentes en la historia del país.

Desde que comenzó ese proceso, hace apenas cuatro meses,Francia vivió una auténtica purga de su clase política.

La primera sorpresa fue la eliminación de los grandesdirigentes que gobernaron o gravitaron en la vida política delpaís durante los últimos 25 años, a comenzar por el presidenteFrançois Hollande, que -agobiado por la impopularidad y losresultados decepcionantes de su política económica- decidió nopostularse a la reelección.

Como en un juego de bowling, las primarias de la derechahicieron volar de la pista al expresidente Nicolas Sarkozy y alexprimer ministro Alain Juppé. Los cuatro millones de electoresque votaron en esa consulta escogieron como candidato presidencialal exprimer ministro François Fillon. El hombre que se presentabacomo heraldo de la probidad, ahora se encuentra sumergido en elpantano de un miserable escándalo de supuesta malversación defondos. Y su partido, que hasta fines de enero se veía en losumbrales del poder, ahora corre el riesgo de no participar en lasegunda vuelta de la elección, que quedaría reservada al dueloentre el centrista Emmanuel Macron y Marine Le Pen, candidata delFrente Nacional (FN) de extrema derecha.

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Si así ocurre, será la primera vez en los 59 años de historiade la Quinta República -fundada en 1958- que el partido gaullistano participa en la rueda final de una elección presidencial.

Para salir de ese infierno, la cúpula del partido LosRepublicanos (LR) organizó un virtual golpe para obligar a Fillona renunciar a su candidatura y permitir que pueda ser reemplazadopor Juppé, que parecía definitivamente condenado a desaparecer dela política francesa. Esa intriga palaciega, cuyo desenlace seproducirá en las próximas horas, también es una primicia: seríala primera vez que el candidato de uno de los partidos dominantes-designado democráticamente en una primaria- es destituido por unputsch interno y reemplazado a solo siete semanas de la elecciónpresidencial.

Algo parecido está sucediendo en el Partido Socialista. Comoocurrió en la derecha, las primarias de la izquierda eliminaron alprimer ministro de Hollande, Manuel Valls -que era el favorito dela elección- y consagraron como candidato a Benoît Hamon. Elpronunciamiento de los electores también fue paradójico porqueeligió a uno de los principales inspiradores de la rebelión deparlamentarios que denunciaron la orientación social-liberal delGobierno de Hollande y Valls, y exigieron una política de mayorcontenido popular. A pesar de que Hamon fue designado en lasprimarias sobre la base de un programa de ruptura, su adversarioValls le reprocha ahora haber “desnaturalizado” la“ideología tradicional” del Partido Socialista (PS). Con esaexcusa dudosamente democrática, Valls y unos 150 parlamentariosdel ala reformista del PS reflexionan sobre la posibilidad deapoyar a Emmanuel Macron, creando así las bases para un cismapartidario.

A pesar de su alianza con un sector del movimiento ecologista,Hamon no consigue por el momento superar el 13 por ciento deintenciones de voto y corre serio riesgo de quedar eliminado delbalotaje.

En ese caso, sería la primera vez que los dos partidos que sealternaron en el poder desde 1958 queden eliminados de la instanciafinal de una elección presidencial. El 7 de mayo, por primera vezen la historia del último medio siglo en Francia, no habríacandidatos gaullistas ni socialistas y -por lo tanto- el próximopresidente surgirá de un partido que nunca ejerció el poder.

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Otro acontecimiento sin precedentes es la presencia de un nuevopartido -creado hace solo 11 meses- en la fase final de laelección y con serias posibilidades de acceder al poder. El autorde ese milagro es el social-liberal Emmanuel Macron, exministro deEconomía de François Hollande, que se convirtió en uno de losprincipales favoritos de la batalla.

Si gana la segunda vuelta, el 7 de mayo, será el primercentrista en ocupar el Palacio del Elíseo, sede de la presidenciafrancesa. Esa franja ideológica, de fuerte contenidodemocristiano, nunca pudo traducir en votos la influencia que tuvoen la vida política del país. Jean Lecanuet apenas obtuvo 15.6por ciento en 1965 y Alain Poher totalizó 23.31por ciento en 1969.Valéry Giscard d’Estaing llegó al poder en 1974, pero sologracias al aporte de los votos del gaullismo. Raymond Barre yFrançois Bayrou nunca pasaron de 19 por ciento.

Macron, de 39 años, bautizado el “Kennedy francés”, tiene25.5 por ciento de intenciones de voto en la primera vuelta ybuenas perspectivas pasar al balotaje como gran favorito, sobretodo si debe enfrentar a Marine Le Pen.

A este ritmo, los próximos 49 días pueden ser pródigos denuevos sobresaltos, infamias, conjuras y sorpresas.


Fillon juega su última carta


Abandonado por más de 140 diputados, senadores, alcaldes yacosado por los líderes de su movimiento, el candidato de laderecha conservadora, François Fillon, se jugará hoy una cartadecisiva para demostrar que cuenta con apoyo popular para seguirsiendo el candidato de su partido.

Si fracasa ese intento de recuperar legitimidad, probablementeno podrá evitar ser reemplazado por otra figura del partido LosRepublicanos (LR), que sería probablemente el ex primer ministroAlain Juppé.

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En las últimas 72 horas se intensificaron las presiones paraque Fillon retire su candidatura a la elección presidencial del 23de abril y 7 de mayo. A pesar de las renuncias de varios personajesclave de su equipo de campaña, el candidato de LR está resuelto aresistir hasta el final.

Un test clave para aferrarse a su candidatura y reafirmar sulegitimidad será la concentración organizada por sus partidariosen la plaza de Trocadero, en París. Su equipo contrató buses yasientos en los trenes para transportar a los participantes delinterior del país a ese acto, preparado para que sea unademostración de fuerza frente a la cúpula del partido, hostil asu candidatura.

Los organizadores esperan reunir por lo menos 40 milpersonas.

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