Los Angeles, EU.- Los Ángeles, Filadelfia, Louisville, Portland y Atlanta son algunas de las ciudades de Estados Unidos que anunciaron toque de queda para intentar detener las violentas protestas contra la policía que estallaron en todo el país tras la muerte del afroamericano George Floyd por la policía.
Los Ángeles, la segunda ciudad más poblada de Estados Unidos, convocó a la Guardia Nacional por los disturbios que se extendieron durante el sábado por toda la localidad y que desembocaron en enfrentamientos violentos.
Desde la noche del viernes, el centro de la ciudad fue el núcleo de los conflictos, con coches policiales incendiados, carreteras bloqueadas y ventanas rotas; que el sábado se propagaron a otras zonas como Beverly Hills y West Hollywood, donde se dieron escenas de saqueos y batallas campales.
Por ello, el alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, declaró un toque de queda para toda la localidad que se extenderá hasta la mañana del domingo y pidió, según medios de comunicación locales, que las autoridades de California desplieguen efectivos de la Guardia Nacional.
Otras capitales estadounidenses como Atlanta (Georgia), Filadelfia (Pennsylvania) y Portland (Oregon) han impuesto medidas similares, pero en el caso de Los Ángeles la tensa situación recuerda a los violentos disturbios que en 1992 se saldaron con más de 50 muertos y dos mil heridos, tras otro sonado caso de brutalidad policial contra un ciudadano afroamericano.
El alcalde señaló que la ola de protestas y la pandemia del coronavirus representan "el momento más fuerte que ha experimentado como residente de Los Ángeles desde los disturbios de 1992".
Durante el sábado, varios manifestantes se convocaron en las zonas adineradas de Beverly Hills y West Hollywod/Fairfax en protestas pacíficas que posteriormente desembocaron en confrontaciones violentas.
Varios comercios de las conocidas zonas comerciales Rodeo Drive y Fairfax, como Apple Store y Nordstrom, fueron saqueados al tiempo que se organizaron barricadas en las avenidas y autopistas más importantes de la ciudad.
A pesar de las imágenes impactantes, también hubo manifestaciones pacíficas en barrios como Boyle Heights, considerado históricamente como el corazón del activismo latino en Los Ángeles.
EN MINNEAPOLIS, POLICÍA AGREDE A PRENSA
La policía estatal cargó este sábado contra periodistas y manifestantes en Minneapolis, Minnesota, luego que unas 400 personas siguieran congregadas en la zona del Quinto Distrito, después del inicio del toque queda impuesto en la urbe.
Los agentes arrremetieron contra los presentes después de que algunos manifestantes arrojaran petardos contra ellos, y se dirigieron, además, a un grupo de periodistas, a los que golpearon e intentaron arrestar.
La cadena de televisión local WCCO confirmó en un tuit que uno de sus fotógrafos había sido detenido y que había recibido el impacto de una pelota de goma.
Durante la carga, la policía empleó gases lacrimógenos para intentar dispersar a los manifestantes y reporteros.
Entidades profesionales de periodistas de EU lamentaron este sábado los ataques a informadores por parte de policías y manifestantes en las protestas que asuelan estos días el país.
El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, siglas en inglés) emitió una declaración en la que censuró "los ataques dirigidos contra periodistas, los equipos de los medios y organizaciones de noticias que cubren las manifestaciones" por considerar que muestran un "total desprecio por su papel crítico en la documentación de temas de interés público y son un intento inaceptable de intimidarlos".
Los disturbios de este sábado en Minneapolis se producen tras una noche de destrozos, saqueos e incendios el viernes.
El gobernador de Minnesota, Tim Walz, anunció que había ordenado la movilización de toda la Guardia Nacional del estado por primera vez en su historia para hacer frente a los disturbios.
DISTURBIOS EN MIAMI
Al igual que otras ciudades como Nueva York, Washington, Atlanta y Minneapolis, Miami fue escenario de diversas concentraciones para protestar por el excesivo uso de fuerza de un oficial de policía que acabó con la vida de Floyd.
Lo que comenzó como una concentración pacífica horas más tarde derivó en enfrentamientos entre un puñado de manifestantes y la policía.
Algunos de los residentes de la zona aplaudieron a los cuerpos de seguridad desde su balcones una vez que la multitud fue dispersada.
Una escena que se contrastó con los fuegos artificiales que iluminaron la noche de Miami horas antes en honor a los trabajadores sanitarios que siguen haciendo frente a la pandemia del coronavirus.
Las concentraciones pacíficas de esta tarde fueron convocadas por Save the Kids y Dreams Defenders, entre otras organizaciones civiles.
"No nos maten" y "Dejen de hacer estas persecuciones" eran los reclamos a coro que hicieron frente a algunos policías que miraban la manifestación.
También la marcha entonó la frase que se ha convertido en lema nacional: "No puedo respirar".
Los disturbios se concentraron en la zona del Downtown y de Overtown, dos de los barrios situados en el centro de la ciudad.
Los manifestantes, que coreaban consignas como "que le jodan a la policía", "que le den a Donald Trump o "arrondíllense", incendiaron varios coches de policía y destrozaron mobiliario urbano frente a policías antidisturbios.
Alrededor de las 22:00 de la noche los equipos antidisturbios dispersaron a la multitud mediante el uso de gases lacrimógenos y pelotas de goma.
No se informó hasta ahora de detenciones.
El alcalde del condado de Miami-Dade, Carlos Giménez, declaró el toque de queda desde las 10 de la noche hasta las 6 de la mañana, y lo mismo hizo el alcalde de la ciudad, Francis Suárez.
Esas fueron las palabras que Floyd dijo mientras le rogaba al policía que lo detuvo, Derek Chauvin, que retirara la rodilla que le puso sobre el cuello para aprisionarlo.
En todo Estados Unidos, al menos dos personas han muerto en los incidentes y decenas han resultado heridas, entre ellas muchos agentes de Policía, objetivo de la ira de los manifestantes.
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