El Gobierno de Nicolás Maduro denunció hoy que Estados Unidos incita a la violencia en Venezuela al no reconocer la legitimidad del jefe del Estado y, en cambio, saludar que la Asamblea Nacional (AN, Parlamento) pretenda asumir las competencias del Ejecutivo.
"Venezuela exige respeto a su democracia (...), voceros extremistas (de EU) buscan desestabilizar el país e incitar la violencia", dijo el canciller venezolano, Jorge Arreaza, a través de su cuenta en la red social Twitter.
El jefe de la diplomacia chavista citó un mensaje del secretario de Estado de EU, Mike Pompeo, en el que felicita, reconoce y apoya que el Legislativo venezolano, de contundente mayoría opositora, haya declarado formalmente a Maduro como un usurpador de la Presidencia.
Pompeo también saludó que el Parlamento busque asumir las responsabilidades del Ejecutivo, un hecho difícil de concretarse pues el Supremo declaró a la Cámara en desacato en 2016, por lo que sus actos son considerados nulos por el resto de poderes públicos.
"Pompeo no conforme con liderar un criminal bloqueo económico y una operación de agresión internacional contra Venezuela, ahora promueve descaradamente un golpe de Estado", agregó Arreaza.
El vicepresidente de EU, Mike Pence, instó ayer al titular del Parlamento venezolano, el opositor Juan Guaidó, a "construir unidad entre los grupos políticos" y prometió que le apoyará hasta que se "restablezca la democracia" en el país caribeño.
En un comunicado, la Casa Blanca informó de que Pence conversó por teléfono con Guaidó y reconoció el "valiente liderazgo" que ha mostrado el opositor tras la detención de la que fue objeto por varios minutos este domingo.
Pence reiteró el "firme apoyo" de EU a la Asamblea Nacional "como la única entidad democrática legítima" en Venezuela.
Maduro juró el jueves su segundo mandato de seis años luego de haber obtenido la reelección en mayo pasado, en unos comicios señalados de fraudulentos y en los que no participó el grueso de la oposición.
Por esta razón, la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea (UE) no reconocen la legitimidad del segundo mandato del chavista.