La retención de papel por parte del gobierno del presidente Daniel Ortega aceleró el cierre de la versión impresa de los periódicos en Nicaragua, país que está inmerso en una crisis social, política y económica que, además de cientos de muertos y decenas de miles en el exilio, ha dejado una reducción significativa de anunciantes.
El bloqueo aduanero que mantiene el Estado nicaragüense desde hace 13 meses del papel, tinta y otras materias al Grupo Editorial La Prensa, que publica el diario La Prensa y Hoy (que ya cerró su versión digital), y a la empresa ND Medios, obligó al cierre de El Nuevo Diario, el segundo periódico de importancia en el país centroamericano.
El Nuevo Diario, el segundo más antiguo de Nicaragua, así como el rotativo Metro y el medio digital Maje, todos propiedad de ND Medios, del grupo financiero nicaragüense Promerica, dejaron de circular hace 11 días a causa de las presiones económicas del Gobierno de Ortega.
La retención de papel también hizo desaparecer de las calles al periódico popular Q'Hubo, que también pertenecía a ND Medios, desde diciembre pasado.
Aquí el video de ataques a periodistas ⬇
LA PRENSA, ÚLTIMO OBJETIVO
En tanto, el diario La Prensa, el más antiguo de Nicaragua, anunció el cierre de su edición impresa del suplemento satírico semanal "El Azote", tras casi 25 años de publicaciones dominicales, debido a que el Gobierno sandinista mantiene retenido su papel.
Mientras el periódico Hoy, dirigido a segmentos populares, apagó este lunes su versión digital, para sobrevivir a los problemas económicos derivados del bloqueo aduanero de su materia prima.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) alertó que este influyente diario puede dejar de circular en su versión impresa por presiones del régimen nicaragüense.
"Con 93 años de existencia, el diario corre riesgo de interrumpir su circulación debido a medidas de presión impuestas por el Estado de #Nicaragua: la aduana retiene desde hace 56 semanas papel y tinta importados", señaló la CIDH, el Mecanismo Especial de Seguimiento para Nicaragua (Meseni) y su Relatoría Especial para la Libertad de Expresión (RELE-CIDH), en un tuit.
"El cierre de @laprensa sería un hito en la censura a los medios de comunicación en #Nicaragua; un diario que sobrevivió a la clausura de la dictadura de Somoza. Más de 200 trabajadores podrían quedar desempleados y los ciudadanos perderían otra fuente más de información", advirtió la CIDH.
En este contexto, el Meseni y RELE-CIDH exigieron al Estado de Nicaragua dejar de hostigar a medios y levantar medidas indirectas que afectan la libertad de prensa, como control del papel y prohibición a medios independientes de ser transmitidos en televisión para abonados.
Para el editor en jefe del diario La Prensa, Eduardo Enríquez, el Gobierno está decidido a reducir a los medios independientes al punto "de la irrelevancia".
Enríquez dijo que la crisis de los periódicos en Nicaragua es mayor debido a los obstáculos que impone el Gobierno y sus ataques a la libertad de expresión e información.
Se combina con la crisis económica interna y la crisis mundial de los medios. Es la tormenta perfecta
El bloqueo aduanero que mantiene el Estado nicaragüense desde hace 13 meses del papel, tinta y otras materias al Grupo Editorial La Prensa, que publica el diario La Prensa y Hoy, y a la empresa ND Medios, obligó al cierre de El Nuevo Diario, el segundo periódico de importancia en el país centroamericano.
Aduana empezó a bloquear las materias primas desde septiembre de 2018, cinco meses después que estallara la crisis, y de acuerdo con los periódicos, "sin ninguna justificación legal o administrativa".
El gobierno, en cambio, sostiene que el cierre de los periódicos obedece a razones administrativas, económicas y de credibilidad, más que a la retención del papel de prensa.
DENUNCIA EN LA SIP
La 75 Asamblea General de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) condenó al gobierno de Ortega por la "asfixia económica y continuos ataques a la integridad de los periodistas y medios de comunicación", y demandó liberar los insumos retenidos a los periódicos.
Durante la asamblea se mostró un video respecto a los ataques perpetrados a los diarios Editorial Nuevo Amanecer, El Nuevo Diario y Q'Hubo, el cese de los ataques y asedio a Radio Darío y se exige al Gobierno el desbloqueo de insumos retenidos al diario La Prensa y cualquier otro medio de comunicación, dicho material fue recolectado por reporteros del diario La Prensa.
El informe sobre libertad de prensa en Nicaragua aprobado por la Asamblea General de la SIP presenta un panorama desolador: medios cerrados, confiscados y quemados, periodistas golpeados, encarcelados, perseguidos, amenazados, desempleados o exiliados y un bloqueo aduanero de los insumos para publicar medios de prensa.
Hugo Holmann, del diario La Prensa, en representación de Jaime Chamorro, vicepresidente para Nicaragua de la SIP, fue el encargado de leer el informe, que suscitó entre los asistentes llamamientos para que entidades como la ONU y la OEA y Gobiernos de otros países intensifiquen la presión sobre el presidente Daniel Ortega.
La política gubernamental hacia la prensa independiente también ha hecho desaparecer decenas de programas televisivos y radiales y un canal de televisión cuyas instalaciones permanecen ocupadas por la Policía Nacional desde hace 10 meses.
El asedio policial y grupos oficialistas han llevado al exilio a por lo menos 90 periodistas, según la Fundación Violeta Barrios, que entre abril de 2018 y agosto de 2019 registró al menos mil 80 casos de violación a la libertad de prensa, incluyendo agresiones, censura, amenazas y asesinato, entre otras transgresiones.