La cuarta reunión del Grupo de Lima, realizada hoy en Santiago de Chile, para analizar la crisis político-social venezolana, rechazó la convocatoria a elecciones presidenciales en Venezuela para antes del 30 de abril próximo.
Tras una extensa reunión, representantes de 14 países emitieron una declaración, que fue leída por el canciller chileno Heraldo Muñoz, en la que rechazan “la decisión del gobierno de Venezuela de convocar a elecciones presidenciales para el primer cuatrimestre de este año”.
“Esta decisión imposibilita la realización de elecciones presidenciales democráticas, transparentes y creíbles, conforme a estándares internacionales y contradice los principios democráticos y de buena fe para el diálogo entre el gobierno y la oposición”, apuntó el texto.
La declaración exige “que las elecciones presidenciales sean convocadas con una adecuada anticipación, con la participación de todos los actores políticos venezolanos y con todas las garantías que corresponda, incluida la participación de observadores internacionales independientes”.
Enfatizó que “unas elecciones que no cumplan estas condiciones carecerán de legitimidad y credibilidad”, y condenó los recientes “actos de violencia, con la consecuente pérdida de vidas humanas”, ocurridos en Venezuela.
Los 14 países firmantes de la declaración exhortaron al gobierno del presidente Nicolás Maduro “a adoptar con urgencia medidas para garantizar el Estado de Derecho, los derechos fundamentales de las personas y recuperar la paz social” y demandaron “una investigación imparcial sobre las presuntas ejecuciones extrajudiciales”.
Reafirmaron “la carencia de legitimidad y legalidad de los actos emanados de la Asamblea Nacional Constituyente y condenamos las medidas que ha adoptado y que han resultado en la profundización del conflicto social y en el menoscabo de las libertades en Venezuela”.
Reiteraron su “pleno respaldo a la Asamblea Nacional, democráticamente electa, y exigimos que se le restituyan los poderes que legítimamente le corresponden, como paso indispensable para el retorno de la democracia” en Venezuela.
El Grupo de Lima condenó que “se mantengan presos políticos en Venezuela, cuya liberación sin condiciones es un requisito indispensable para la pacificación del país” y deploraron la decisión del gobierno venezolano de negarse a recibir ayuda humanitaria.
Dieron cuenta del “agravamiento de los índices de desnutrición infantil, el desabastecimiento de alimentos y medicinas y el resurgimiento de enfermedades que habían sido erradicadas. Reiteramos nuestra voluntad para prestar ayuda”.
Las 14 naciones expresaron la “profunda preocupación por el éxodo de miles de venezolanos que, por la crisis humanitaria en ese país, cruzan las fronteras cada día y reconocemos el desafío que esta situación representa para los países de la región, en especial para sus vecinos, incluyendo los Estados del Caribe”.
El Grupo de Lima, que se reunió en un hotel de esta capital, está conformado por Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Guyana, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú y Santa Lucía, el cual se volverá a reunir “cuando sea necesario”.