El Ejército de Liberación Nacional (ELN), la mayor guerrilla activa de Colombia, dejó en libertad el domingo a los tres ocupantes de un helicóptero que había secuestrado en el noroeste del país después de incinerar la aeronave en la que viajaban, informó la Defensoría del Pueblo.
Los tres hombres fueron entregados a una comisión del organismo humanitario y de la Iglesia Católica en la selvática región del Catatumbo, una zona fronteriza con Venezuela, tras permanecer retenidos 22 días.
El helicóptero Bell 206 de una empresa de transporte de valores fue impactado con armas de largo alcance por los guerrilleros que se apoderaron de unos 550.000 dólares y secuestraron al piloto y a sus dos acompañantes, según el ejército y la policía.
"Maxwell Joya, Carlos Quiceno y Julio Díaz, fueron entregados en aparente buen estado de salud", dijo la Defensoría del Pueblo en un comunicado.
El ELN, conformado por unos dos mil combatientes y considerado como una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, realizó el mes pasado un ataque con un carro bomba contra una academia policial en Bogotá que dejó 21 cadetes muertos, lo que cerró la posibilidad de iniciar un diálogo de paz con el gobierno.
El presidente Iván Duque se niega a iniciar conversaciones de paz con esa guerrilla fundada en 1964 hasta que entreguen a otras 14 personas que continúan secuestradas y suspenda sus hostilidades que incluyen ataques a la infraestructura económica del país y a las Fuerzas Armadas.
El grupo rebelde, acusado de financiarse del secuestro, la extorsión, el narcotráfico y la minería ilegal, ha fracasado con otros gobiernos en la búsqueda de un acuerdo de paz para acabar con una confrontación que ha dejado 260.000 muertos, debido a sus posiciones radicales, una cadena de mando difusa y disenso entre sus filas.