PARÍS, Francia. La franja de Gaza se encontraba anoche en virtual estado de guerra como consecuencia de una serie de enfrentamientos entre Israel y el movimiento islamista Hamas que desencadenó un diluvio de fuego y provocó 11 muertos (10 palestinos y un alto oficial israelí) en las últimas 24 horas.
Los graves enfrentamientos se agravaron el lunes con el disparo de 300 cohetes desde Gaza sobre blancos israelíes y un ataque de represalia contra más de 30 objetivos palestinos en ese enclave ubicado entre Israel y el Mediterráneo.
Por la noche, después de una reunión de la cúpula del gobierno israelí, el ejército envió tanques y desplegó importantes refuerzos a la zona próxima a la franja. Los responsables políticos al parecer autorizaron a las fuerzas armadas a atacar a los grupos terroristas en Gaza si continuaban los bombardeos.
La vertiginosa escalada militar comenzó el domingo, cuando un comando especial israelí penetró en el enclave en el marco de una operación secreta para asesinar a Nur al Din Muhamad Salama Barakeh (conocido como Nur Barakeh), comandante de las brigadas Ezzedin al-Qassam en la zona de Jan Yunes.
El movimiento Hamas reconoció la muerte del jefe militar en un comunicado oficial. Barakeh era un alto mando y estaba considerado como responsable de la excavación de túneles, lanzamiento de proyectiles, ordenar disparar contra las fuerzas israelíes e intentar el secuestro de soldados.
Los soldados israelíes, disfrazados de mujer, lograron eliminar al jefe militar de Hamas, pero fueron descubiertos al tratar de replegarse, lo que desencadenó un intenso tiroteo y un bombardeo israelí con drones para destruir el material electrónico que transportaba el comando infiltrado. En ese enfrentamiento murieron siete miembros de Hamas y un teniente coronel israelí.
Al comprender la gravedad del episodio, el primer ministro Benyamin Netanyahu, que se encontraba en París con motivo del centenario del armisticio de la Primera Guerra Mundial, anuló el domingo por la noche las actividades pendientes en su agenda y decidió regresar de inmediato a su país.
Poco antes había declarado en la capital francesa que su objetivo en las últimas semanas había sido “evitar que haya una guerra innecesaria y un colapso humanitario en Gaza”.
Luego del incidente, las brigadas Ezzedin al-Qassam -brazo armado de Hamasdispararon 17 cohetes contra territorio israelí que cayeron en la zona de Eshkol, adyacente a la franja. Al menos dos de los proyectiles fueron interceptados por el sistema antimisiles Cúpula de Hierro.
Otros dos habitantes de Gaza murieron durante ataques de aviones de combate israelíes contra varias ciudades de Gaza, según la agencia de noticias oficial palestina WAFA.
La situación experimentó otra brutal escalada que comenzó el lunes por la tarde con un ataque de mortero desde la franja de Gaza que destruyó un autobús vacío en Kfar Aza, provocando un herido grave.
A partir de ese momento se intensificaron los disparos de cohetes sobre varias comunidades ubicadas cerca de la franja, que provocaron 13 heridos y destruyeron varias viviendas.
Un portavoz militar indicó que, en total, Hamas había disparado más de 300 proyectiles, de los cuales al menos 60 fueron interceptados los misiles antimisiles del sistema Cúpula de Hierro.
En represalia por ese ataque, la fuerza aérea israelí realizó varias misiones sobre Gaza, en las cuales murieron otros tres palestinos.
Por la noche la aviación lanzó otra ola de bombardeos contra más de 70 objetivos, incluyendo el canal de televisión de Hamas. El Estado Mayor militar argumentó que esa emisora “transmitía mensajes operacionales a sus militantes”.