Más de 600 elementos de la Policía Militar del Orden Público (PMOP) de Honduras reforzarán desde este domingo la seguridad en las fronteras del país para evitar el ingreso de pandilleros, cuatro días después de que el gobierno declaró "la guerra a la extorsión".
"En cumplimiento de la orden emanada por la presidenta de la República y en el marco del Plan Integral de Seguridad, este día más de 600 policías militares del orden público han salido a reforzar los operativos de seguridad en los puntos fronterizos", dijo a la AFP el portavoz de la PMOP, Mario Rivera.
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Las operaciones se intensificarán en los departamentos de Choluteca y Valle; La Paz, Intibucá, Ocotepeque, Copán y Santa Bárbara, Cortés , El Paraíso y Gracias a Dios, fronterizos con El Salvador, Guatemala y Nicaragua.
Los policías militares permanecerán por tiempo indefinido en las zonas fronterizas de todo el territorio, donde realizarán patrullajes, retenes y puntos de control para evitar el ingreso a Honduras de estructuras criminales o pandilleros, según la institución hondureña.
La presidenta de Honduras, Xiomara Castro declaró el jueves emergencia nacional, en el marco de un Plan Integral para el tratamiento de la extorsión y delitos conexos, ante quejas de la ciudadanía de un repute de los delitos durante su gobierno, que se instaló en enero pasado.
"Para fortalecer esta estrategia de recuperación inmediata de los territorios sin ley en los barrios, en las colonias, en las aldeas, en los municipios y en los departamentos, declaro emergencia nacional en materia de seguridad", anunció Castro.
El Gobierno hondureño le declaró el jueves la guerra a la extorsión, flagelo que en el presente siglo ha dejado centenares de muertos y muchos micros, pequeños y medianos negocios en la ruina.
“Este Gobierno del socialismo democrático le declara la guerra a la extorsión, así como desde el primer día, el 27 de enero, le declaramos la guerra a la corrupción, a la impunidad y al narcotráfico”, dijo la presidenta hondureña durante el anuncio de la Estrategia Integral contra la Extorsión y Delitos Conexos, por parte del Ejecutivo a través de la Secretaría de Seguridad.
Agregó que su compromiso es brindarle toda la seguridad que demanda el pueblo hondureño y retornarle la dignidad perdida en el régimen anterior.
Las autoridades de Honduras han declarado el estado de excepción en más de un centenar de barrios de Tegucigalpa y San Pedro Sula, las dos principales ciudades del país y las que registran los mayores índices de violencia.
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Grupos formados por jóvenes y adultos, conocidos como "maras", dominan algunos barrios de Honduras con un modus operandi basado en el asesinato y la extorsión, prácticas a las que se suman la amenaza y la persecución.
Las maras, como se les conoce a estas pandillas son la Salvatrucha MS-13 y la M-18.
Muchos de los afectados por la extorsión no interponen la denuncia ante las autoridades por miedo, ya que, según la Policía Nacional, agentes y militares, entre activos y retirados, y operadores de justicia, forman parte de esos grupos.
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La mandataria pidió también a la Policía Nacional el establecimiento de estados de excepción y suspensión de garantías constitucionales parciales donde sea necesario.
El director de la policía, Gustavo Sánchez, anunció que se destinará más presupuesto para combatir la delincuencia y se planea que al menos 20 mil agentes cumplan con ese propósito.