WASHINGTON. Estados Unidos y Honduras lograron un acuerdo que permitirá limitar la inmigración irregular hacia el territorio estadounidense y que se convierte en el tercero de este tipo alcanzado con países de Centroamérica, después de Guatemala y El Salvador.
El secretario de Seguridad Nacional en funciones de EU, Kevin McAleenan, suscribió el documento con el gobierno de Honduras al margen de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en Nueva York, según detalló un comunicado.
"Hoy firmamos un acuerdo bilateral para construir capacidades de asilo más fuertes en el Triángulo Norte y mejorar aún más la capacidad de asilo y protección de Honduras", escribió McAleenan en su cuenta de Twitter.
McAleenan difundió una foto de la rúbrica del documento junto al canciller de Honduras, Lisandro Rosales, y en el que aparecen escoltados por sus respectivos presidentes de EU, Donald Trump, y de Honduras, Juan Orlando Hernández.
"Nos hemos reunido con Honduras y también hemos tenido hace tiempo reuniones con Guatemala. Hemos firmado acuerdos de cooperación con la mayor fuerza posible y eso es bueno para todos nosotros", dijo Trump durante otro encuentro en Nueva York con el presidente de El Salvador, Nayib Bukele.
Según la nota difundida por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), "una vez que el acuerdo entre en vigor, mejorará aún más la capacidad de asilo y protección en Honduras", y allanará el camino "para aumentar la colaboración entre los dos países en temas claves".
Además, sin hacer alusión al término de tercer país seguro, el documento detalla que ambos países se comprometieron a "aumentar las opciones de protección para las poblaciones vulnerables" y garantizar que no sean víctima de traficantes.
El pasado 20 septiembre, Estados Unidos rubricó un acuerdo con El Salvador en materia de inmigración, que se concretó después del alcanzado el 26 de julio con Guatemala que todavía no se ha aplicado.
De igual forma, a inicios de junio, las autoridades estadounidenses y mexicanas llegaron a un acuerdo migratorio que evitó que Washington impusiera aranceles a todos los productos mexicanos.