Hong Kong, la puerta de China

Lugares turísticos siguen una vida normal, pese a las protestas, lo único que afecta a las pequeñas empresas es que tienen que bajar sus precios por la falta de visitas

Igor Galo

  · sábado 24 de agosto de 2019

Un templo entre las estructuras modernas de la ciudad, uno de los puntos favoritos de los turistas / Igor Galo

Hong Kong. No se dejen asustar. La metrópoli oriental más internacional sigue siendo una ciudad muy segura, incluso para estándares europeos. Y lo digo con conocimiento de causa ya que me tocó vivir allí los altercados e incluso no pude agarra un vuelo por el cierre del aeropuerto. Por paradójico que pueda parecer, incluso puede ser una ventaja. El hotel que reservé en marzo me costaba 140 euros la noche, la noche extra que tuve que contratar al no poder volar me salió por 50 euros, casi un 66% de descuento. Es el momento para viajar a la Región Especial china de Hong Kong. Atractivos no faltan.

Cedida por China a Reino Unido en 1842 tras la primera guerra del Opio, la isla de Hong Kong -y los posteriores territorios añadidos – permanecieron bajo soberanía británica hasta 1997 cuando volvieron al dominio Chino pero manteniendo un sistema político propio y un status especial. Hoy, la metrópoli es un puente de unión entre occidente y China, y para los viajeros un destino con muchas oportunidades pero, también un hub para conocer otras regiones de China y del sudeste asiático (Vietnam, Camboya,..)

Hong Kong está dividida en tres territorios: la isla de Hong Kong, Kowloon y los nuevos territorios, aunque son los dos primeros los que son interesantes para el viajero, por lo tanto, una primera recomendación es escoger en esta zonas el hotel para poder ir caminando, en metro o en ferry a sus pintorescos rincones. La mejor opción para un primer acercamiento a la historia de este singular enclave es realizar un free tour. Se ofrece uno en la zona de Kowloon y otro en la zona financiera, donde están sus principales rascacielos (https://www.civitatis.com/es/hong-kong/). Los viajeros en grupo pueden contratar visitas personalizadas con un guía privado.

Sin embargo, es una ciudad muy fácil de recorrer con una guía en la mano. Entre las visitas recomendadas, para ver como 7 millones de almas se pueden concentrar en un territorio tan pequeño como este, está la subida a Victoria Peak. Este mirador ofrece una de las vistas más espectaculares de la ciudad. El ascenso se puede hacer en un tranvía que data de la era victoriana. El billete de ida y vuelta, con acceso al mirador cuesta 99 dólares de Honk Kong (unos 12 euros). En épocas de lluvias y nubes es importante programa la visita según el clima, ya que durante los meses más calorosos y lluviosos es probable que las nubes cubran el monte. También es posible subir en autobús público.

Pero quizás lo más interesante sea pasear por su calles, callejuelas y avenidas, algunas llenas de famosas marcas de ropa u otras de pequeñas tiendas que venden topo pico de mercancía (marisco seco, pescado vivo como se puede ver en los mercados de comida). Hay una calle, la conocida como CAT Street con todo tipo de souvernis y artesanías chinas. Su nombre viene porque aquí se vendía mercancía robada, a los que los hongkoneses llamaban “ratas” y de ahí que a los que van a comprar mercancía a los ladrones se llaman “gatos”. Hoy es una calle muy popular para comprar recuerdos.

También es un buen lugar para probar una curiosa bebida local que se llama Yuanyan que es una mezcla de café y té, perfecto para recuperar fuerzas, juntos al egg cake o al apple cake, típicos de la ciudad. Quienes deseen conocer más las ultimsa modas asiática puede beber para hidratarse en esta calurosa ciudad los Bubble Tea, que, aunque son de origen taiwaneses, causan furor entre los jóvenes locales.

Al otro lado, en la bulliciosa zona de Kowloon, también es posible contemplar la ciudad desde el “International Commerce Centre” el tercer edificio más alto de China. En su planta 100 se encuentra el mirador de edificio, conocido como Sky100 que ofrece unas vistas espectaculares de todo Hong Kong y su bahía abre de 10:00 a 21:00 horas,

Sinfonía de luces en ferry

Estas dos zonas están comunidades por ferries, y de hecho tomar el práctico y barato (40 ccéntimos de euros) el Start Ferry es una actividad casi obligatoria además de una buenísima opción para tomarse fotos. Lleva funcionando desde 1870. También se puede hacer este recorrido marítimo a las ocho de la noche, cuando cada día tiene lugar la Sinfonía de Luces, que convierte el mar entre la isla de Hong Kong y el distrito de Konwloon en un espectáculo multimedia gracias a los sistemas de luz y láseres instalados en las torres financieras. El mejor lugar para verlo es en la zona de la Torre del reloj en Kwoonlon.

Un plan espectacular al anochecer para cerrar un día en Hong Kong, a no ser que se quiera seguir disfrutando visitantes algunos de los mercados como el Ladies Market donde se venden todo tipo de prendas, cerámicas y electrónica, además de imitaciones de marcas a buen precio o el mercado de Jade entre otros. Estos mercados suelen estar también rodeados de populares restaurantes donde recuperar fuerzas.

Las opciones de la ciudad son muchas, pero hay que seleccionar. Los viajeros en familia pueden pasar un día en el primer Disneyland que se abrió en Asia Continental. Otro tipo de público atrae Macao, una antigua colonia portuguesa que volvió a soberanía china en 1997, y que aun conserva todos los carteles y algún periódico en portugués, aunque pocos hablantes.

Su centro histórico es una réplica del Lisboa, pero su mayor atractivo son los casinos que atraen cada año a millones de turistas No hace falta visado para entrara en Macao, y se puede visitar en el día desde Hong Kong en autobús, que atraviesa el puente más largo del mundo con 40 kilómetros, en ferry o transportándose en helicóptero en tan solo 15 minutos. A medio camino, entre las dos ciudades un teleférico asciende al Buda Gigante Tian Tan y incluso es posible bañarse en algunas playas quienes estén saturados de tanto urbanismo.