La huelga iniciada esta semana por los taxistas de Barcelona para limitar las licencias de vehículos con conductor como Uber y Cabify, se extendió hoy a otras ciudades españolas, entre ellas Madrid.
En la capital de España la huelga de taxistas afectó hoy al aeropuerto de Barajas y a las principales estaciones de tren, en pleno periodo de vacaciones estivales y con un incremento importante del número de turistas, aunque los trabajadores prestan servicios mínimos gratuitos para ancianos y personas con discapacidad.
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La medida de presión provocó la rápida respuesta del Gobierno español, que poco después anunció que se reunirá la próxima semana con ambos sectores para avanzar hacia una solución conjunta, y llamó a las asociaciones de taxistas "a la calma" y a "la vuelta a la normalidad como paso previo y necesario".
Los taxistas protestan contra la competencia "desleal" que a su juicio representan este tipo de plataformas, presentes en numerosas ciudades de todo el mundo, y exigen al Ejecutivo presidido por el socialista Pedro Sánchez que ponga en marcha "cambios normativos urgentes".
La huelga en Barcelona comenzó el pasado miércoles y hoy se extendió hasta la capital española, de manera "espontánea", indefinida y en solidaridad con sus compañeros, y a otras zonas como la comunidad autónoma de La Rioja.
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Aunque la regulación de las licencias de Vehículos con conductor (VTC) es una reivindicación constante del sector del taxi español, esta vez la resolución del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) de mantener la suspensión cautelar del reglamento metropolitano que restringe la concesión de licencias a estas plataformas ha dado un nuevo impulso a las protestas.
El reglamento del Área Metropolitana de Barcelona prevé una licencia de VTC por cada 30 de taxi. Sin embargo, esta normativa fue suspendida por la Justicia de manera cautelar, a petición de la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia.
Tras esta decisión, las asociaciones de taxistas de Barcelona convocaron ayer viernes "un paro inmediato, y hasta nuevo aviso", y hoy, en asamblea, decidieron mantener indefinidamente la huelga, además de seguir con los cortes de tráfico en el centro de la ciudad y en los accesos al aeropuerto.
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También hicieron un llamamiento al resto del sector de España para que se sume a sus movilizaciones.
La petición tuvo una rápida respuesta por parte de sus compañeros de Madrid, que se sumaron a la huelga indefinida hasta que el Gobierno atienda sus reivindicaciones y apruebe la limitación de las licencias para garantizar la viabilidad de su servicio.
"Exigimos una respuesta de la administración que traslade al colectivo la tranquilidad y estabilidad necesaria para seguir desarrollando nuestro servicio", indica la federación de taxistas de Madrid en un comunicado en el que acuerda sumarse a las movilizaciones espontáneas.
En las dos primeras jornadas de huelga en Barcelona, el pasado miércoles y jueves, los taxistas colapsaron la ciudad y dejaron sin servicio el aeropuerto.
Tampoco circulan los VTC de las compañías Uber y Cabify, con los que el sector del taxi ha tenido encontronazos los últimos meses.
Partidos políticos e instituciones como el Ayuntamiento de Madrid habían reclamado al Ministerio español de Fomento la apertura de una vía de diálogo con los taxistas.
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Por su parte, la asociación de las VTC, Unauto, denunció la oleada de violencia que sufren este tipo de plataformas por parte del sector del taxi, con "incontables agresiones a conductores y pasajeros de VTC en Barcelona", y pidió al Gobierno español recuperar "el control de las calles" y "no ceder al chantaje".
A las reivindicaciones de Madrid y Barcelona está previsto que se sumen taxistas de otros lugares de España que se encuentran en camino hacia ambas ciudades para participar en las protestas.