Una huelga general convocada por la mayor central obrera de Argentina y una batalla campal desatada en los alrededores del Parlamento, con decenas de heridos y detenidos, rodean hoy el tenso debate de la polémica reforma del sistema de pensiones que impulsa el Gobierno de Mauricio Macri.
Tras el fallido intento de sacar adelante la ley la semana pasada, también en medio de violentas protestas, el oficialismo logró hoy quórum para iniciar la discusión del proyecto en la Cámara de Diputados, pero, a la par, se desató un fuerte enfrentamiento entre la Policía y parte de los numerosos manifestantes contrarios a la iniciativa.
Una lluvia de piedras contra los agentes de seguridad, a la que siguió el derribo de parte del extenso vallado en torno al palacio del Congreso, fueron los primeros incidentes a los que la Policía respondió con disparos de balas de goma y gases lacrimógenos.
Los disturbios se extendieron luego hacia otros sectores del centro de la ciudad, mientras el grueso de los manifestantes que no participó de los incidentes se retiraba y entraba en acción la Gendarmería y la Policía Federal.
Hasta el momento, el enfrentamiento ha dejado al menos 15 policías heridos y en torno a una decena de manifestantes lesionados, además de varios detenidos.
Puertas adentro del Congreso, los diputados no han iniciado aún el debate de fondo del proyecto ya que los opositores solicitan la palabra de forma especial para reclamar que se levante la sesión o, al menos, se pase a un receso, hasta que se termine con la violencia en las calles.
"Es un despropósito que sigamos sesionando en este marco. Les pido que reflexionen porque esta es una situación gravísima. ¡Levantemos esta sesión para evitar la violencia en la Argentina!", pidió Agustín Rossi, del kirchnerista Frente para la Victoria.