Ya no existe la distancia obligatoria, ni tantas limitaciones para los clientes de Pachá Ibiza, una de las míticas discotecas que ya abrieron sus puertas tras dos años de restricciones por la pandemia y en las que ya se puede gozar de nuevo la fiesta tan representativa de esta isla.
Una trabajadora sanitaria explicó que es como si el Covid nunca hubiera estado ahí, después de que el local recibiera alrededor de tres mil 500 personas.
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Esto luego de que las grandes discotecas de Ibiza volvieron a abrir, teniendo una respuesta positiva de parte de la gente.
La responsable de comunicación del Grupo Pachá, Paloma Tur, argumentó que todo esto ha superado sus expectativas, debido al gran inicio que han tenido, pero dice que no puede asegurar que las cifras van a ser mejores que las de 2019.
Y es que una de las situaciones lamentables que ocurrió durante la pandemia, fue que alrededor de los 150 empleados que trabajaban en esta discoteca tuvieron que acogerse a los planes de desempleo parcial.
Una isla como la de ibiza es completamente turística y el director de Promoción Turística del Consejo Insular, Juan Miguel Costa, lo destacó explicando que el 84 por ciento del PIB depende directamente del turismo e incluso el 99 por ciento del PIB directa e indirectamente también, por lo cual la pandemia fue una verdadera catástrofe para este lugar.
Sin duda, todos los sectores económicos se vieron afectados por la pandemia, pero según los empresarios, el del entretenimiento fue el último en volver, aunque que cabe destacar que aún emplean a más de tres mil trabajadores.
PERO NO TODO ES FIESTA
Roberto de Lope, director general de Ushuaïa Entertainment, comentó:
“El 30 de abril, cuando ya ingresamos por fin los primeros clientes y la primera venta de bebidas, supuso un poco más de alivio, pero todavía seguimos afectados, con muchos préstamos que tenemos que seguir devolviendo”.
Con el atardecer cayendo sobre el Mediterráneo, más de 7 mil clientes bailan alrededor de las piscinas de un club al aire libre, dónde estarán escuchando al DJ Calvin Harris. Y eso que no es barata la entrada desde el lugar, cuyo precio es de 90 euros en taquilla.
Incluso hay quienes aseguran que Ibiza ya no necesita de este tipo de ocio, basándose en el hecho de que tanto Ibiza como Formentera recibieron a 1.9 millones de turistas, lo cual equivale a poco más de la mitad de los que recibieron en 2019.
El portavoz del colectivo Prou exige una sociedad ibicenca que se dé cuenta de que no sólo se vive de la fiesta, sino al revés: que la fiesta vive de ellos, haciendo referencia al excelente 2021 que registraron únicamente con el servicio de restaurantes y el comercio.
Es desde esa plataforma ciudadana donde llevan años luchando contra los efectos de un turismo que ya se considera insostenible para esta pequeña isla que cuenta con 152 mil habitantes, pero que puede llegar a alcanzar picos de hasta 450 mil de manera simultánea.
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Para muchos trabajadores de la región es imposible pagar un alquiler, ya que los precios son disparados por las viviendas turísticas.
El gobierno ya es consciente de las limitaciones físicas de la isla y asegura trabajar para poder alcanzar el equilibrio entre el turismo y la sostenibilidad. Costa argumentó que el modelo turístico de Ibiza ya está evolucionando: “Somos marca mundialmente conocida gracias a la música electrónica y al ocio, pero antes la temporada empezaba cuando abrían las discotecas y acababa cuando cerraban, y hoy en día no pasa así”.
Pero la relación entre ibiza y la fiesta sigue muy fuerte, incluso más cuando el mundo comienza a salir de fiesta después de 2 años de encierro.
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