Brasilia.- El Senado brasileño declaró abierta hoy la primerasesión de la fase final del juicio político contra la presidenta,Dilma Rousseff, que concluirá la semana próxima y en la queinicialmente escuchará a testigos de la acusación y ladefensa."El Senado está reunido para actuar como órgano juzgador,con la grave responsabilidad constitucional de decidir sobre unapresidenta elegida por el voto popular, para condenar o absolver",declaró el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lewandoski, quedirige las sesiones como garante constitucional del proceso.
"Los senadores se convierten ahora en verdaderos jueces y, portanto, deben dejar de lado sus preferencias políticas ypersonales", para "actuar con la máxima exención y objetividad" yevitar "todo comportamiento que pueda suponer favoritismo opredisposición" en relación al caso, añadió.
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La sesión comenzará con testimonios de fiscales del Tribunalde Cuentas, órgano auditor del Estado que detectó lasirregularidades en la gestión de los presupuestos que llevaron ala apertura de este proceso que, entre el martes y miércolespróximos, concluirá con una decisión final sobre el destino deRousseff.
Los fiscales han sido convocados por la parte acusadora y sonJulio Marcelo de Oliveira y Antonio Carlos Costa D'Ávila, que yase han manifestado sobre el caso y asegurado que Rousseff incurrióen irregularidades "graves" en el manejo de los presupuestos.
De Oliveira y D'Ávila han declarado ya en fases anteriores delproceso y han coincidido en que el Gobierno de Rousseff generógastos sin base fiscal para ello y se valió de la banca públicapara financiarlos, lo que está expresamente prohibido por laley.
Según la acusación, eso configura un "delito deresponsabilidad", contemplado en la Constitución brasileña comoun posible motivo para un juicio con miras a la destitución de unpresidente.
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En la etapa que comienza hoy, también se escuchará a otrosseis testigos presentados por la defensa de Rousseff, que niegatodos los cargos y sostiene que el juicio tiene un carácternetamente político y constituye en realidad un "golpeparlamentario".
En favor de Rousseff declararán su exministro de HaciendaNelson Barbosa y otros exfuncionarios de su Gobierno, así como dosexpertos en finanzas públicas de universidades federales.
El Senado calcula que terminará de escuchar a los testigos lanoche de este viernes o durante la madrugada del sábado, tras locual el proceso tendrá un receso hasta el lunes, cuando seescuchará a la propia Rousseff.
La gobernante acudirá por primera vez al Senado desde que seinició el proceso, el pasado 12 de mayo, cuando fue suspendida desus funciones y sustituida, de momento en forma temporal, por suhasta entonces vicepresidente Michel Temer.
La semana pasada, Rousseff dijo a corresponsales extranjeros quedel Senado sólo "espera justicia", que reconozca su "inocencia" yla restituya en el poder.
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En la sesión del lunes, Rousseff dispondrá de media hora parapresentar su alegato, tras lo cual deberá responder a laspreguntas que pueda formular cada uno de los 81 senadores.
Según las previsiones del Senado, tras escuchar a Rousseff, seabrirá un espacio para debates y, una vez concluidos, seprocederá a la votación que decidirá la suerte de la mandataria,la cual sería realizada el martes o miércoles.
Rousseff será destituida si así lo decide una mayoríacalificada de 54 votos, que representan dos tercios de los escañosdel Senado.
En ese caso, Temer será confirmado en el poder hasta el 1 deenero de 2019, cuando le entregaría el cargo al ganador de laselecciones previstas para octubre de 2018.
Sin embargo, si Rousseff fuera absuelta, recuperará el poder yTemer volverá a ocupar la Vicepresidencia, aunque en su entorno seasegura que renunciaría de inmediato por su pública enemistad conla presidenta, que lo acusa abiertamente de "golpista".
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