Benjamin Netanyahu y su esposa Sara fueron interrogados este viernes por la policía en relación con uno de los casos de presunta corrupción que amenazan el largo reinado del primer ministro israelí.
Tres días antes de la visita del primer ministro a la Casa Blanca, los Netanyahu respondieron por separado a las preguntas de los policías en la que podría ser una de las investigaciones más peligrosas para el jefe de gobierno israelí, figura ineludible en su país y en la escena internacional.
Era la primera vez que Netanyahu era interrogado por este caso, aunque la policía ya le había tomado declaración en otras ocho ocasiones por otros casos distintos.
Un portavoz de la policía se limitó a confirmar que los Netanyahu habían sido interrogados durante varias horas -cinco, según los medios- sin precisar porqué.
"Estoy seguro de que todo esto acabará en nada y quiero decirles a los millones de israelíes que sus extraordinarias muestras de apoyo para mí, mi esposa y mi familia son reconfortantes" dijo Netanyahu en un video publicado en Facebook tras el interrogatorio.
Según todos los medios de comunicación, los policías les tomaron declaración sobre sus relaciones con el empresario Shaul Elovitch, principal accionista de Bezeq, el grupo de telecomunicaciones más importante de Israel.
Los investigadores se presentaron por la mañana, en dos vehículos, delante de la residencia del primer ministro, en el elegante barrio de Rehavia, en Jerusalén, constató un periodista de la AFP. Una decena de camarógrafos y de fotógrafos esperaban su llegada, anunciada desde hace días por la prensa.
Al mismo tiempo, Sara Netanyahu era interrogada en Lod (centro) en las oficinas de la Lahav 443, el FBI israelí.
La policía trata de averiguar si los Netanyahu intentaron asegurarse una cobertura favorable por parte de Walla, un portal de informaciones propiedad de Elovitch, a cambio de favores gubernamentales que podrían haberle reportado millones de dólares a Bezq, según la prensa.