Irán disparó "más de una docena" de misiles balísticos contra las bases Ain al Asad y Erbil en Irak, usadas por tropas de Estados Unidos y de la coalición.
Un portavoz del Pentágono, Jonathan Hoffman, afirmó en un comunicado que todavía no está claro si ha habido víctimas y precisó que el ataque es una posible represalia de Irán por el asesinato por parte de EU, del general Qasem Soleimani.
"Está claro que estos misiles fueron lanzados desde Irán y dirigidos contra al menos dos bases militares iraquíes", señaló.
De acuerdo con PressTV -cadena de noticias iraní-, Irán "confirma haber atacado la base en Irak con decenas de misiles" y amenazó con "más respuestas devastadoras" en caso de cualquier reacción estadounidense.
Al respecto, la Casa Blanca informó que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, estaba "monitoreando" los reportes de ataques en bases aéreas en Irak.
"Estamos al tanto de los reportes de los ataques a las instalaciones de Estados Unidos en Irak. El presidente ha sido informado y está monitoreando de cerca la situación y consultando con su equipo de seguridad nacional", dijo en un comunicado la vocera de la Casa Blanca, Stephanie Grisham.
Este ataque ocurre después que grupos armados proiraníes en Irak prometieron unir fuerzas para responder al ataque realizado por un dron estadounidense en Bagdad, que mató al influyente general iraní Qasem Soleimani y el jefe militar iraquí Abú Mahdi al Muhandis.