Irán puso precio a la cabeza del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ofreciendo 80 millones de dólares.
En medio de la fuerte tensión entre ambos países, uno de los organizadores del funeral del general Qassem Soleimani, dijo:
Podemos atacar a la Casa Blanca en sí, podemos responder a ellos en suelo estadounidense. Tenemos el poder y si Dios quiere, responderemos en el momento apropiado
El organizador invitó a cada uno de los asistentes al funeral del general a donar un dólar para obtener una recompensa de 80 millones por la cabeza de Donald Trump, de acuerdo con información de medios locales.
"Irán tiene 80 millones de habitantes. Basándonos en la población de Irán, queremos llegar a los 80 millones de dólares, que es la recompensa para quien nos traiga la cabeza de quien haya ordenado el asesinato de una gran figura de nuestra revolución”.
Tras el mensaje del interlocutor, quien no ha sido identificado, se oye a miles de personas gritar “Muerte a Estados Unidos”.
En Ahvaz, decenas de miles de personas se congregaron para rendir homenaje a Soleimaní entre gritos de "Muerte a EU", "Muerte a Israel" y "Muerte a Arabia Saudí", según las imágenes retransmitidas en directo por la televisión estatal iraní.
Los restos de Al Mohandes y de al menos de otro de los fallecidos en el ataque forman parte del cortejo fúnebre en Irán ya que están mezclados con los de Soleimaní y es necesario practicarles pruebas de ADN.
Tras estas pruebas, los restos de los iraquíes serán devueltos a su país, donde ayer se celebraron también cortejos fúnebres en Bagdad y otras ciudades.
EU e Irán nos arrastran a la tercera guerra mundial
Miles de soldados estadounidenses serán desplegados en Medio Oriente luego de que EU matara al cerebro de las operaciones militares de Irán, el general Qassim Suleimani, por cuya muerte Irán prometió "venganza".
El presidente Donald Trump dijo que el general Suleimani había sido "eliminado" cuando estaba a punto de atacar intereses de EU, pero que no buscaba con ello iniciar una guerra ni derrocar el gobierno iraní.
Si bien se refirió al cerebro de las operaciones militares iraníes -muerto en un ataque aéreo de Estados Unidos en Bagdad- como un "enfermo", Trump intentó reducir las tensiones con Teherán insistiendo que no buscaba iniciar una guerra.
Pero Irán reaccionó con fuerza a la pérdida de quien tal vez haya sido el segundo líder más poderoso del país.
El líder supremo de esa república islámica, el ayatolá Ali Jamenei, prometió una "severa venganza" y nombró rápidamente a un sustituto al frente de Al Quds, el brigadier general Esmail Qaani.