TEHERÁN. El presidente iraní Hasan Rohani ordenó levantar todos los límites en la investigación y el desarrollo del sector nuclear, un nuevo paso que reduce los compromisos adoptados con la comunidad internacional en 2015.
Eso representa la "tercera fase" del plan de reducción de compromisos iraníes en materia nuclear, recordó el mandatario, en un claro desafío a la política de sanciones de Estados Unidos.
"La organización de energía nuclear tiene órdenes de adoptar todas las medidas necesarias en materia de investigación y desarrollo, y de abandonar todos los compromisos actuales en este campo" declaró Rohani en la televisión pública.
Irán, Reino Unido, Francia y Alemania discuten desde hace unos días la formas para salvar este acuerdo internacional de 2015 sobre el programa nuclear iraní, amenazado desde que Estados Unidos se retirara unilateralmente en mayo de 2018.
El viceministro de Relaciones Exteriores iraní, Abas Araghchi, indicó que su país estaba dispuesto a volver a una aplicación total del acuerdo sobre el programa nuclear a cambio de una línea de crédito de unos 15 milmillones de dólares, actualmente negociada con los europeos.
Pero Washington descartó ayer la concesión de derogaciones para permitir una línea de crédito para Teherán, en el marco de una propuesta hecha por Francia.
Y además el Tesoro estadounidense sancionó a una red de transporte marítimo que dijo que estaba dirigida por la Guardia Revolucionaria de Irán, afirmando que esta estructura permitió vender millones de barriles de crudo para beneficiar al presidente sirio Bashar al Asad.
En su política de sanciones y mano tendida, el presidente Donald Trump reiteró que no le importaría reunirse con Rohani en la próxima asamblea general de la ONU, en Nueva York.
Además, Estados Unidos ofreció una recompensa de 15 millones de dólares al capitán del petrolero iraní Adrian Darya si permite la incautación del buque, y extendió la misma oferta a quienes ayuden a Washington a entorpecer los negocios de ese y otros barcos vinculados a Irán.
El inusual gesto de Washington hacia el capitán del superpetrolero iraní, que estuvo retenido en Gibraltar hasta hace dos semanas, despertó una fuerte condena de Teherán, que acusó al gobierno estadounidense de "chantaje".
Todo comenzó el pasado 26 de agosto, cuando el encargado de Irán en el Departamento de Estado, Brian Hook, envió un correo electrónico al ciudadano indio Akhilesh Kumar, capitán del Adrian Darya 1, que circulaba por el Mediterráneo tras más de un mes retenido en Gibraltar por transportar petróleo a Siria.
"Tengo buenas noticias", afirmó Hook en el correo, obtenido y publicado por el diario The Financial Times.
Hook detallaba entonces la jugosa recompensa que podía obtener Kumar si accedía a acercar el buque a cualquier país que estuviera dispuesto a incautárselo en nombre de Estados Unidos.