LUANDA. La multimillonaria angoleña Isabel dos Santos, hija del expresidente José Eduardo dos Santos, fue acusada de fraude, desvío de fondos públicos y blanqueo de dinero, por la justicia de Angola, que asegura hacer todo lo posible para llevarla de vuelta al país y juzgarla.
Buscada desde hace varias semanas por la justicia del país africano, Dos Santos, fue acusada además de tráfico de influencias, abuso de bienes sociales y falsificación de documentos cuando era presidenta del grupo petrolero público Sonangol, informó el miércoles de noche el fiscal general, Helder Pitta Gros, quien en la jornada viajó a Lisboa.
La imputada rechazó las acusaciones y se declaró “lista a combatir”, según un comunicado difundido por una agencia de comunicación basada en Londres
“Las acusaciones que se han hecho en mi contra en los últimos días son engañosas y falsas”, explicó.
El pasado jueves, fue encontrado muerto en Lisboa el banquero portugués que administraba sus cuentas en el banco Eurobic, del cual ella es la principal accionista, las autoridades aseguraron que se trató de un suicidio.
Por otro lado, el jefe de uno de los más grandes bancos de Angola renunció tras ser mencionado en el caso de Isabel dos Santos. Mario Leite da Silva, director del Banco de Fomento Angola (BFA), el tercer banco del país, hizo el anuncio, luego de que su nombre apareciera involucrado.
Da Silva fue mencionado por el fiscal del país como uno de los cinco sospechosos investigados por fraude y corrupción en la empresa petrolera estatal Sonangol.
Según los “Luanda Leaks” publicados el fin de semana pasado, Da Silva era un “alto consejero financiero” de Isabel dos Santos. Considerada la mujer más rica de África, Dos Santos también dirigió otras compañías públicas angoleñas, en sectores como minería y telecomunicaciones, e invirtió en varias empresas, en especial en bancos portugueses.
La investigación sobre Isabel dos Santos al frente de Sonagol, ente que presidió desde junio de 2016 a noviembre de 2017, comenzó luego de que su sucesor, Carlos Saturnino, denunciara “transferencias irregulares de dinero”.
Dos Santos es sospechosa de haber aprovechado el respaldo de su padre para hacerse con fondos estatales e invertirlos en el extranjero con ayuda de empresas occidentales.
Ésta se fue de Angola tras que su padre, que gobernó al país durante casi 40 años, renunciara a la presidencia en 2017 y fue remplazado por Joao Lourenco. Desde entonces vive entre Londres y Dubái.
"LUANDA LEAKS"
La acusación se produce después de la publicación de los “Luanda Leaks” por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, con sede en Nueva York (ICIJ, según sus siglas en inglés), integrado por 36 medios de prensa que movilizaron a 120 periodistas en 20 países.
Los documentos difundidos por el ICIJ, que en 2016 ganó fama por los “Panamá Papers”, investigación sobre la evasión fiscal, demostrarían que Isabel dos Santos desvió cientos de millones de dólares de fondos públicos hacia cuentas personales en paraísos fiscales.
La investigación “basada en el análisis de más de 715 mil documentos” deja “en evidencia las fallas del sistema regulatorio internacional, que permite a empresas de servicios profesionales servir a los poderosos prácticamente sin hacer preguntas”, afirmó el ICIJ.
Tras la difusión de los documentos de “Luanda Leaks”, el fiscal general Pitta Gros declaró que estaba determinado a “usar todos los medios” para llevar a Angola a Dos Santos.
Ella refutó las acusaciones con una salva de mensajes en la red social Twitter, en portugués e inglés, en los que acusó a los periodistas de investigación de contar “mentiras”.