GAZA. La organización no gubernamental Oxfam Intermón denunció el uso del agua como arma de guerra por parte de Israel y afirmó que las autoridades israelíes han reducido en un 94 por ciento el suministro de agua a la Franja de Gaza tras lanzar una ofensiva contra el enclave después de los ataques perpetrados el 7 de octubre por Hamas.
El informe 'Crímenes de guerra de agua' concluye que las tácticas de Israel fundamentadas en los cortes de suministro, la destrucción sistemática de las instalaciones y el bloqueo deliberado de la ayuda han reducido en un 94 por ciento la cantidad de agua que llega a Gaza, hasta los 4.74 litros por persona y día, poco menos de la tercera parte de la cantidad mínima recomendada en situaciones de emergencia y menos que la descarga de agua de una cisterna.
Así, señala que los ataques israelíes causan daños o destruyen cinco instalaciones de la infraestructura de agua y saneamiento de Gaza cada tres días desde el inicio de la ofensiva, mientras que esta destrucción y las restricciones a la entrada de piezas de repuesto y combustible han provocado una disminución de la producción de agua del 84 por ciento en el enclave.
La ONG recalca que el suministro externo por parte de la compañía nacional de aguas de Israel, Mekorot, se ha reducido en un 78 por ciento, mientras que Israel ha destruido el 70 por ciento de las bombas de aguas residuales.
Persiste la masacre
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Los ataques de Israel contra la Franja de Gaza mataron en el último día a al menos 81 palestinos e hirieron a otros 198, según el Ministerio de Sanidad del enclave, tras una jornada marcada por los bombardeos contra la "zona humanitaria" de Mawasi y una escuela de la ONU en Nuseirat.
Por otro lado, la ONG Human Rights Watch informó que los grupos armados palestinos de Gaza cometieron "cientos" de crímenes de guerra en su ataque sin precedentes del 7 de octubre contra Israel e "incluyen los ataques deliberados y a ciegas contra civiles y bienes civiles, asesinatos intencionales de personas detenidas, tratamientos crueles e inhumanos, violencias sexuales y sexistas, mutilaciones y robo de cadáveres, el uso de escudos humanos, así como actos de saqueo", detalla un informe.