Israel, Hamas y Estados Unidos alcanzaron un acuerdo para detener provisionalmente el conflicto en la Franja de Gaza a cambio de liberar a decenas de rehenes retenidos en el territorio paestino e iniciar una pausa de cinco días sin combates, informó el medio estadounidense The Washington Post, aunque Casa Blanca lo rechaza.
Un portavoz de la Casa Blanca declaró que EU sigue trabajando para conseguir un acuerdo entre ambas partes. Un segundo funcionario estadounidense confirmó que no se había alcanzado ningún acuerdo.
El acuerdo contemplaría la liberación de al menos 50 rehenes capturados desde el inicio del conflicto el 7 de noviembre por el grupo islamista Hamas y serían entregados a Israel en lapsos de 24 horas. Según el diario no está claro quiénes de los 239 rehenes serían liberados, mientras que el evento sería monitoreado por vigilancia aérea.
A cambio, Hamas tendría una pausa de cinco días sin combates, que permitiría un aumento significativo en el ingreso de asistencia humanitaria y combustible a través de la frontera con Egipto.
Según The Washington Post, el acuerdo se logró durante las conversaciones en Qatar entre los involucrados, con la mediación de Estados Unidos y delegados qataríes, aunque Israel ha rechazado hacer comentarios respecto al pacto.
Según fuentes anónimas citadas por el medio, Israel enfrenta una difícil decisión para reconocer el acuerdo, ya que enfrenta una fuerte presión interna para la liberación de los rehenes, pero existe otro sector en su gobierno que le exige no negociar con el grupo considerado terrorista por el Estado hebreo.
El acuerdo tampoco deja claro cuándo podría comenzar la tregua, ni cuándo iniciaría la liberación de los rehenes.
La guerra fue desatada el 7 de octubre, cuando milicianos del brazo armado de Hamas se infiltraron en territorio israelí matando a mil 200 personas y secuestrando a más de 240.
Desde entonces, el Ejército israelí ha atacado la Franja de Gaza, controlada por los islamistas de Hamás, por tierra, mar y aire, dejando más de 11 mil 300 muertos y miles de desplazados internos.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo este sábado en una columna del mismo Washington Post que le "duele el corazón" por la pérdida de vidas de civiles palestinos, pero volvió a oponerse a un alto el fuego porque considera que sería aprovechado por Hamas para "reconstruir su arsenal de cohetes" y preparar nuevos ataques a Israel.