ROMA, Italia. La posibilidad de formar un gobierno en Italia dos meses después de las elecciones aún está muy lejos de concretarse. El motivo, considerando que ningún partido o coalición alcanzó la mayoría necesaria del 40%, es la falta de un acuerdo entre las principales fuerzas polí- ticas, el “Movimiento 5 Estrellas” (M5Eprimer partido con el 33%), la alianza de centro-derecha (37%) y el mismo exgubernamental “Partido Democrático” (PD).

Dos meses más de riñas verbales que de diálogo y de vetos recíprocos, que frustraron los intentos de los protagonistas, muy distantes entre ellos no solo políticamente, pensando más en los propios objetivos que en los intereses nacionales. El “M5E” buscó el acuerdo con “La Liga” de Matteo Salvini, líder del centro-derecha, pero poniendo el veto a “Forza Italia” de Silvio Berlusconi, el otro miembro importante de esa coalición.

El negociado fracasó ya que Salvini no quiso traicionar a su fuerte aliado. Después el mismo “M5E” cortejó al “PD”, el cual, aún dividido, terminó por seguir la línea del exjefe de gobierno, Matteo Renzi, netamente contrario a cualquier tipo de alianza.