Japoneses, molestos porque tienen vacaciones y prefieren trabajar

Dan la bienvenida a una nueva era imperial, pero rechazan los días de asueto que conlleva, no saben qué hacer

AFP

  · domingo 7 de abril de 2019

Los japoneses tienen derecho a 18 días de vacaciones al año, sin embargo en promedio solo toman nueve días de descanso / AFP

TOKIO. Los japoneses dan la bienvenida a una nueva era con la abdicación del emperador pero no ven con buenos ojos los 10 días de vacaciones consecutivos que conlleva.

Por increíble que parezca el 45% de los japoneses se declara "descontento" con que la tradicional "Golden Week", una serie de días festivos, se prolongue este 27 de abril al 6 de mayo incluido. Solo el 35% está "satisfecho", según un sondeo del diario Asahi.

"Confieso que con 10 días de vacaciones seguidos no sé muy bien qué hacer", declara Seishu Sato, de 31 años, quien trabaja en las finanzas en Tokio. "Podría viajar pero estará a tope en todas partes y será caro. Acabaré probablemente en casa de mis padres".

Los japoneses no tienen por costumbre tomar vacaciones. Según el ministerio de Trabajo, de un promedio de 18 días otorgados a los empleados solo se tomaron nueve.

Los que tendrán que trabajar también se preocupan. "Para los padres (empleados) en el sector servicios (la restauración por ejemplo) es un rompecabezas. Las guarderías, todo estará cerrado", lamenta un internauta en la red social Twitter.

Los bancos también cerrarán. Se incita a los clientes a sacar suficiente dinero por miedo de que se agoten las reservas en los cajeros automáticos.

La mayoría de los comercios permanecerán por el contrario abiertos, una buena noticia para la tercera economía mundial aunque se espera un impacto limitado.

"RESPETO"

Si no fuera por estas vacaciones extras, los japoneses acogerían con total serenidad la abdicación del emperador y el comienzo de la nueva era "Reiwa" (bella armonía).

La inmensa mayoría tiene "un sentimiento positivo" o "de respeto" hacia el emperador, el 22% expresa indiferencia y casi ninguno hostilidad, según un estudio de la cadena de televisión pública NHK.

"Su forma de abordar con cercanía, durante los últimos 30 años, a las personas ancianas, con discapacidad, aisladas, víctimas de catástrofes naturales, es decir a los abandonados por los políticos, suscitó empatía", afirma Takeshi Hara, profesor de ciencias políticas de la Open University of Japan.