PARÍS. La escalada militar y diplomática contra Irán, lanzada por el presidente Donald Trump en los últimos días, provocó al parecer una profunda división dentro del régimen de los ayatolas.
La existencia de una lucha interna en la cúspide del poder iraní surge de las posiciones antagónicas expresadas por tres personajes que ocupan posiciones de primer nivel en el régimen. Para agravar las dificultades internas, dos de los protagonistas de ese enfrentamiento pertenecen a los Guardianes de la Revolución, cuerpo de élite de las fuerzas armadas considerado como el brazo más radical del régimen de los ayatolas.
"Si EU hace un movimiento, le golpearemos en la cabeza", advirtió ayer Amirali Hajizadeh, jefe de la división aeroespacial de la Guardia Revolucionaria.
"Un portaaviones con 40 a 50 aviones a bordo y 6 mil efectivos fue una seria amenaza para nosotros en el pasado, pero ahora (...) las amenazas se han convertido en oportunidades", comentó el hombre que comanda la fuerza misilística del país.
En forma sorprendente, su superior jerárquico -el comandante en jefe de los Guardianes de la Revolución, Hosein Salami- descartó al mismo tiempo el riesgo de un conflicto militar con Estados Unidos, a pesar de los temores que inspira el despliegue militar estadounidense en el Golfo Pérsico. “No se avecina una guerra, sólo se está librando una guerra psicológica y está tratando de combinarla con las sanciones y presiones económicas”, dijo Salami.
El alto jefe militar expuso su opinión durante una reunión secreta del Parlamento sobre la evolución de la seguridad regional. En una semana, la Casa Blanca envió al Golfo Pérsico el portaaviones USS Abraham Lincoln, una escuadrilla de cazabombarderos, el buque de asalto anfibio USS Arlington y batería de defensa antiaérea Patriot.
En contraste con el lenguaje marcial de Hajizadeh, Salami presentó un panorama más sereno basándose en “análisis estratégicos y de campo”. Esa interpretación contrasta con la posición del ayatolá Yousef Tabatabai-Nejad, vocero del ala dura del régimen: "Si intentan cualquier movimiento, (enfrentarán) decenas de misiles porque ahí los funcionarios (iraníes) no estarán a cargo de actuar con cautela, sino que las cosas estarán en manos de nuestro querido líder", el ayatolá Ali Khamenei".
Los expertos están convencidos de que esas disonancias no constituyen un hecho fortuito, sino que expresa una confrontación en la cúspide del poder. Pero es difícil prever por ahora cuál de esas líneas prevalecerá en la posición de Irán en su duelo con Estados Unidos
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