El 2021 fue un año para el olvido en Sudamérica por la cancelación de todos sus carnavales en las grandes urbes debido a la expansión de la pandemia de Covid-19. Pero. este 2022, pese a la nueva ola de contagios por la variante Ómicron, la fiesta se reactiva con algunos retrasos e intermitencias en los carnavales de Río de Janeiro, Brasil, o Barranquilla, Colombia.
Las dos ciudades más importantes de Brasil, Río de Janeiro y Sao Paulo, también protagonistas de los mayores carnavales del país habían anunciado a principio de año la cancelación del festival a pie de calle, conocido como carnaval de rúa, sin embargo, seguían en marcha los desfiles de las escuelas de samba, un festejo previsto para febrero.
➡️ ¿Brasil se quedará sin carnaval en 2022? Bolsonaro se opone al evento
Ante el avance vertiginoso de Ómicron y la aceleración de casos positivos en ese país, las autoridades sanitarias locales han decidido aplazar para abril el carnaval que se realizarían en los llamados sambódromos, una enorme pasarela con gradas en las que pueden visitar miles de personas de manera ordenada y controlada.
Los gobiernos de Sao Paulo y de Río coincidieron en que existe un mayor riesgo de acelerar los contagios en los festivales de calle que en los sambódromos, ya que se garantizarían mejores condiciones sanitarias en los que podrían exigir certificados de vacunación o pruebas negativas al público, por eso se tomó la decisión de posponerlos, en lugar de cancelarlos, por lo que garantizan que se mantendrá la fiesta en ambas ciudades.
Las escolas de samba, organizaciones barriales con hasta cuatro mil integrantes cada una, pasan meses preparando sus vistosos desfiles, con sofisticadas carrozas, miles de trajes confeccionados a mano y un ejército de bailarines y músicos que ensayan durante meses para lucirse ante los jurados y la platea en el Sambódromo.
Otro carnaval que también será pospuesto para marzo es el de Barranquilla, Colombia, uno de los más populares de América Latina, sólo después del carnaval de Río de Janeiro.
Colombia también está sufriendo los estragos de una nueva ola de contagios del coronavirus con su variante Ómicron.
El espectáculo cultural, que reúne hasta dos millones de asistentes, debía comenzar en febrero y se caracteriza por la música y los disfraces, sobre todo de animales de la mitología de campesinos y pescadores.
Sin las dimensiones del carnaval de Río de Janeiro, la fiesta barranquillera es la más importante y popular de Colombia.
Finalmente, otro de los carnavales más importantes de la región continental también ha sufrido del golpe de Ómicron, sin embargo no ha permitido que se cancele en su totalidad el carnaval de Uruguay, el más famoso del país sudamericano.
El año pasado fueron suspendidos casi todos los eventos relacionados a la celebración, pero este año se llevarán a cabo con ciertas intermitencias.
A mediados de enero arrancó el Desfile Inaugural del Carnaval con algunas restricciones sanitarias, y las celebraciones posteriores se han diferido por días para evitar un alza de contagios.
Varios eventos del festival, encabezados por los desfiles de las Escuelas de Samba, han sido reprogramados, pero no cancelados, para los próximos días.
➡️ Suscríbete a nuestro Newsletter y recibe las notas más relevantes en tu correo
La noche del 21 de enero, la capital uruguaya vivió el regreso del Desfile que abrió la fiesta de Momo, después de que en 2021 debiera suspenderse, algo que sólo había ocurrido en otras cuatro ocasiones en la historia del país.
Algo menos de dos mil 800 personas, sin obligación de presentar el certificado de vacunación, presenciaron la salida de las agrupaciones carnavaleras en el Parque Rodó, un pulmón verde de Montevideo aledaño al Teatro de Verano, escenario central del concurso de Carnaval.