SANTIAGO, Chile. Giro a la derecha piloteado por Sebastián Piñera o un balotaje con una centroizquierda que intentará unirse para enfrentar al expresidente. Los chilenos acuden a las urnas el próximo domingo para elegir al sucesor de Michelle Bachelet.
Chile podría vivir un ‘déjà-vu’ si Piñera, 67 años, confirma su ventaja en los sondeos (34.5%) ya que como en su primer mandato (2010-2014) sería la socialista Bachelet quien le entregue el poder. Y Chile se sumaría a Argentina, Perú y Brasil, gobernados por presidentes de centroderecha.
“Vamos a transformar a Chile en ocho años en un país desarrollado”, dijo el magnate -dueño de una fortuna de dos mil 700 millones de dólares, según la revista Forbes- en la presentación de su programa de gobierno y encandilar a un sector empresarial y a unos mercados que anhelan su victoria, tras cuatro años de cambios impulsados por la presidenta socialista.
Para su principal rival, el periodista y senador Alejandro Guillier, independiente, el objetivo es defender las reformas del gobierno de la Nueva Mayoría, de centroizquierda, de Bachelet.
Con un 15.4% de intención de voto, Guillier, 64 años, sabe que sus chances están en una posible segunda vuelta, prevista para el 17 de diciembre.
“Vamos a ir a la primera vuelta como una especie de primarias del mundo progresista, pero yo creo que la inmensa mayoría de los ciudadanos vamos a concurrir a reagruparnos para la segunda vuelta y ahí vamos a entrar a una clara competencia con la derecha”, dijo el otrora rostro televisivo.
Ocho candidatos, de ellos seis de centro izquierda, aspiran a la presidencia de Chile.
Junto con Piñera y Guillier, Beatriz Sánchez, candidata del debutante Frente Amplio, el equivalente al Podemos español, se encuentra en tercera posición en la intención de voto (8.5%), tras desinflarse su arrolladora incursión al inicio de la campaña.
Para ganar la presidencia en primera vuelta se necesita el 50% de los votos