Nueva York.- La crisis en Venezuela es resultado de los hechos ycircunstancias que ha vivido el país en las últimas décadas,como el bipartidismo, la influencia militar, el populismo, elautoritarismo y el mal manejo financiero, según un análisispublicado por el diario The New York Times.
En el texto "El colapso de Venezuela explicado en cinco pasos",los analistas Max Fisher y Amanda Taub enumeran las causas de laactual crisis, que tienen al país con protestas opositoras todoslos días, con un sistema político autoritario y con un presidenteNicolás Maduro muy debilitado.
"Si examinamos las cifras económicas, Venezuela se parece a lospaíses azotados por las guerras civiles", aseguran los autores, aldestacar que la economía venezolana fue una de las más ricas deAmérica Latina pero que en 2016 se contrajo en un 10 por ciento,incluso más que la de Siria.
Fisher y Taub resaltaron la inflación de 720 por ciento enVenezuela, que el bolívar es ya casi una divisa sin valor y que laescasez de alimentos es tan aguda que tres de cada cuatrociudadanos han adelgazado de forma involuntaria, pese a las grandesreservas de petróleo con que cuenta el país.
En su opinión, la democracia venezolana, "durante mucho tiempoun motivo de orgullo, está cerca de colapsar debido a laimplantación de un modelo autoritario", y que "las estrategias deNicolás Maduro para mantenerse en el poder (...) han desatadoprotestas y una escalada represiva".
Primer antecedente
Como primer antecedente de la actual crisis, los analistasconsideran al sistema bipartidista que se instauró en Venezuela enla década de 1950, cuando "los dos principales partidos políticosacordaron alternarse en el poder y repartir los ingresos petrolerosentre sus electores".
Dicho sistema funcionó hasta finales de la década de 1980,pero la corrupción provocó inconformidad porque "las élites delos partidos escogían a los candidatos y bloqueaban a las figurasindependientes, haciendo que la política respondiera menos a losintereses colectivos".
En ese contexto, apareció la figura de Hugo Chávez, militarque intentó un golpe de Estado en 1992, pero fue apresado. "Sumensaje antisistema resonó entre la población, catapultó aChávez a la fama" y lo llevó al triunfo en las elecciones de1998, señalaron los analistas.
Segundo lugar
En segundo lugar, Fisher y Taub ubican a la lucha del populismocontra el Estado, que se inició en 1999 con la llegada de Chávezal poder y sus medidas contra los partidos tradicionales quetodavía dominaban las instituciones gubernamentales.
Chávez convocó una Asamblea Constituyente que aprobó unanueva Constitución. "Algunas decisiones fueron muy populares, comolas reformas judiciales que redujeron la corrupción. Otras, comola abolición del Senado, parecían tener un objetivo más amplio",detallaron los analistas.
Tercer puesto: Golpe de Chávez
La población venezolana comenzó a polarizarse en 2001, cuandoChávez declaró enemigos de la Revolución a los miembros de losgrupos empresariales y políticos que se oponían a sus decretosejecutivos.
"Los partidarios y opositores de un líder como Chávez seencierran en una lucha intensa, con lo que justifican las accionesextremas", escribieron Fisher y Taub, quienes colocan como tercerfactor al golpe de Estado intentado en 2002, producto de dichapolarización.
Tras el golpe fallido, que lo sacó del poder por sólo 48horas, Chávez "cambió la política exterior del país, se alineócon Cuba y con los insurgentes armados colombianos", cancelólicencias a medios de comunicación críticos, silenció asindicatos hostiles y llenó el Tribunal Supremo de Justicia consus simpatizantes.
La cuarta causa
La cuarta causa, según los periodistas de The New York Times,es la apuesta por el caos urbano y los grupos armados, pues "elgolpe de 2002 le enseñó a Chávez que una alianza con los gruposarmados conocidos como ´colectivos´ podría ayudarle a controlarlas calles donde los manifestantes lo removieron del poder".
Fisher y Taub aseguran que "los colectivos empezaron a recibirfondos gubernamentales y armas y (...), a menudo, sus accionesprovocaban la muerte de algún manifestante. El poder de loscolectivos creció y llegaron a desafiar a la policía por elcontrol de diversas zonas".
Por último: la muerte de Chávez
Por último, con la muerte de Chávez en 2013 y la asunción deNicolás Maduro, se agudizó la crisis económica, se incrementóla inseguridad y se intensificó la polarización.
Maduro "heredó una economía desastrosa y poco apoyo entre lasélites y los sectores populares", además de tener menosinfluencia en el Ejército que su predecesor. Para salir de lacrisis, imprimió más dinero, fijó el tipo de cambio y controlólos precios, lo que disparó la inflación.
Ese ciclo de medidas gubernamentales destruyó la economíavenezolana, la violencia callejera empeoró, los colectivos tomaronel mando de la economía informal y se volvieron más violentos ydifíciles de controlar, de acuerdo con el análisis.
Ante tal situación, con un sistema político híbrido conrasgos democráticos y autoritarios, la situación en Venezuelaparece incontrolable para el presidente Maduro, quien "tiene pocainfluencia porque es sumamente impopular y su control sobre lasinstituciones democráticas es muy débil".
"La paradoja de Venezuela es que el gobierno es demasiadoautoritario para coexistir con las instituciones democráticas,pero demasiado débil para abolirlas sin correr el riesgo decolapsar", concluyó el análisis, que citó a expertos como StevenLevitsky, de la Universidad de Harvard.
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