BERLÍN. Los mensajes amenazadores de contenido contrario a las vacunas se multiplican en las redes sociales en Alemania, un reflejo de la radicalización de estos sectores tras las medidas de confinamiento parcial por el repunte de la pandemia.
El mensaje "Iniciativa de direcciones privadas", lanzado por un grupo llamado "Corona-Virus-Información", circula en la aplicación de Telegram desde finales de noviembre y fue visto por unas 25.000 personas.
Amenaza con poner en línea "información personal de representantes locales, políticos y otras personalidades que nos perjudican y llevan a cabo una propaganda podrida" a favor de la vacunación contra el covid-19.
Esta advertencia es un ejemplo más en medio de una multitud de otros que circulan en las redes sociales, con repercusiones muy concretas en la calle.
La radicalización constatada tras el confinamiento parcial en varios países -particularmente violento en Holanda y con una fuerte movilización en Austria- preocupa en Alemania, muy afectada por la última ola de coronavirus.
Para intentar frenarla, el gobierno aumenta semana tras semana la presión sobre los no inmunizados, con limitaciones de acceso y desplazamiento e incluso una posible obligación nacional de vacunación.
Como lo ha hecho desde el comienzo de la pandemia, la extrema derecha está en primera fila para sacar provecho del descontento suscitado. El fin de semana pasado se celebró una ruidosa manifestación frente al domicilio privado de la ministra regional de Sanidad de Sajonia, una de las regiones con menor tasa de vacunación.
Unas treinta personas denunciaban una "dictadura", blandían antorchas y golpeaban un tambor. La escena, en este feudo local de la ultra derecha alemana, evocó desfiles del período nazi.
LAXISMO DE REGULADORES DE INTERNET
"Lo que ocurrió y las imágenes que hemos visto son realmente terribles, como país no debemos aceptar semejantes cosas", condenó el designado jefe de gobierno, el socialdemócrata Olaf Scholz.
El líder de los ministros regionales alemanes del Interior, Thomas Strobl, miembro del partido conservador de Angela Merkel, afirmó al grupo de prensa Funke su preocupación de ver "que la obligación de la vacuna anticoronavirus endurece todavía más la actitud de los opositores".
También se mostró en contra de los "graves errores" de los reguladores de internet, que se muestran laxistas al dejar que las llamadas a la violencia proliferen.
"Los responsables políticos alemanes se enfrentan a un dilema frente a redes como Telegram", señala a la AFP Simone Rafael especialista de los fenómenos de radicalización en línea para la fundación de lucha contra el racismo Amadeu Antonio.
"La única solución sería cerrar completamente Telegram" que, según ella, desempeña un papel fundamental, "pero naturalmente en la Alemania democrática nadie desea eso". Como resultado, "las teorías de la conspiración y la violencia se propagan, los usuarios se sienten tan seguros que a menudo utilizan su nombre real para amenazar a la gente", explica.
Si bien la protesta contra las restricciones ha acompañado a la pandemia desde sus inicios, el endurecimiento de los discursos es ahora perceptible. "Las personas que difunden este tipo de mensajes" en las redes sociales "no bromean, realmente creen" en lo que dicen", advierte Miro Dittrich, especialista de la extrema derecha para el Centro de Rehabilitación CeMAS.
Entre los afectados la inquietud crece. "Los médicos implicados en la lucha contra la pandemia denuncian cada vez más hostilidad y amenazas", indicó recientemente Susanne Johna, presidenta del Marburger Bund, una de las principales asociaciones medicas alemanas